Los acusados de agresión sexual a una joven aseguran que solo la consolaron

Los dos hombres acusados de haber agredido sexualmente a una chica, en la casa de esta en Logroño, han declarado que solo la acompañaron a su domicilio y después se quedaron para consolarla porque estaba muy nerviosa tras haber discutido con su novio.

La Audiencia Provincial de Logroño ha celebrado hoy el juicio contra J.V.R. y G.B.P., para quienes el fiscal pide una pena de cinco años de cárcel, a cada uno, como presuntos autores de un delito de agresión sexual, una multa de 480 euros por una falta de lesiones y una indemnización de 2.000 euros por los daños morales.

La Acusación Particular se ha sumado a esta petición, pero cree que la indemnización debería ser de 6.000 euros y también reclama una orden de alejamiento de 300 metros durante tres años, mientras que la Defensa ha pedido la libre absolución de los procesados.

Los dos hombres, que eran amigos del novio de ella, han dicho que el 28 de mayo de 2010 se encontraron de madrugada en una discoteca de Logroño con la mujer y decidieron ir a su casa a tomar unas cervezas y esnifar unas rayas de cocaína.

Allí, sobre las ocho de la mañana, el novio de ella se levantó de la cama para ir a trabajar y se encontró a los tres en el salón del dúplex, lo que motivó una “fuerte discusión” entre la pareja, tras la cual ella le echó de casa y se fueron los tres chicos a la vez, según la versión de los acusados.

Por el camino, J.V.R. se dio cuenta de que se había dejado las llaves, la cartera y el móvil en casa de la chica, ha explicado en el juicio, por lo que regresó a buscarlas con su amigo.

Entonces, ha añadido, encontraron a la mujer “muy nerviosa”, ya que tan pronto reía como lloraba, gritaba, ponía la música muy alta y también les dijo que su novio le había pegado, algo que ambos han negado hoy, porque han asegurado que habían presenciado el encuentro anterior.

Este chico, que ha dicho que no quería mantener relaciones sexuales con ella porque ha afirmado que tenía a su mujer esperándole en su casa de Villamediana, cree que “ella se lo inventó todo” porque su novio se enfadó al llegar tarde a casa.

Por su parte, G.B.P. ha asegurado que, cuando fueron a su casa la segunda vez, ella se encontraba “muy alterada” y que le hizo un corte muy pequeño con la uña en la barbilla porque le dijo que “se ponía muy fea cuando se enfadada” para intentar tranquilizarla.

Ha explicado que se quedaron con ella porque sabía que es “muy inestable” y había intentado suicidarse anteriormente, ya que también fue novia de otro amigo suyo.

También ha negado que se metiera con el otro acusado en la cama de la chica y le hicieran tocamientos, ya que ha asegurado que él ni siquiera llegó a subir al dormitorio, ubicado en la planta superior del dúplex.

Ella ha reconocido que les invitó a su casa porque querían tabaco y una vez allí tomaron un chupito, pero ha desmentido que discutiese con su novio y que le echase de casa.

En el juicio, ha opinado que J.V.R. se dejó las cosas adrede en su casa para tener una excusa para volver y ella les permitió quedarse a dormir en el sofá porque uno vivía fuera de Logroño y después se fue a su dormitorio.

Cuando notó que ambos se metían en su cama y le tocaban el cuerpo pensó que era una broma y después bajó al salón, donde se frotaron contra ella, hasta que logró zafarse y echarles de casa.

Ha indicado que no denunció los hechos hasta tres días después porque se encontraba “confusa, asustada y en estado de shock”, ya que eran amigos de su novio, que fue quien le animó a denunciar los hechos.

El novio ha dicho que se enfadó con los tres cuando se los encontró en su salón, pero la versión de ella de los hechos le generó “bastantes dudas”, ya que G.B.P. era amigo suyo “de toda la vida” y no le creyó “capaz” de hacer una cosa así.

Por otro lado, la psicóloga que trató a la chica tras esos hechos ha reconocido que sufre “un cuadro de ansiedad”, con deficiencias para conciliar el sueño, pérdida de apetito e inquietud.

Otros dos forenses que la atendieron han dicho que tenía “alteraciones emocionales previas” y padecía una ligera depresión, lo que le hacía “más vulnerable”, pero han descartado que fabulase