Tina: “Trabajar con Amaia ha sido una maravilla, un privilegio”

Rioja2

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Durante este fin de semana, el Teatro Bretón de Logroño, acoge la representación de la obra “La Marquesa de O”, un cuento romántico que cuenta con cuatro grandes actores del panorama teatral español. Amaia Salamanca, protagonista de la popular serie “Sin tetas no hay paraíso”, debuta en Teatro con esta obra, dirigida por Magüi Mira, acompañada de Juan José Otegui, Josep Linuesa y Tina Sainz.

Tina Sainz es la madre de Julieta, personaje interpretado por Amaia Salamanca, y esposa de Juan José Otegui, el coronel, que se retirará de los escenarios con esta función teatral.

Tina, háblame un poco de la obra “La marquesa de O”, ¿cómo es su personaje?

Esta es una obra que escribe Heinrick Von Kliest a principios del siglo XIX. El autor es un clásico romántico alemán y es una obra del más puro estilo del romanticismo. Es una obra referente a un tema duro como es una mujer que decide hacer prevalecer sus derechos, su dignidad y su libertad frente a una sociedad completamente inmóvil, llena de prejuicios, como era aquella. Y que es un cuento, un cuento romántico lleno de humor y lleno de emociones.

Mi personaje es la madre de esta mujer, la esposa del Coronel, una mujer con muchísimo carácter pero sometida al poder militar del marido que lo lleva hasta la vida doméstica. Y es una mujer que finalmente empieza no comprendiendo y poniéndose totalmente a los de sus hija para acabar comprendiéndola. Es un personaje muy bonito, de mucho temperamento y mucho carácter. Amante de la vida y de todo lo que le rodea, que es su mundo doméstico y afectivo, y defectos, los propios de una ama de casa de la época, que es una persona con una ideas muy inamovibles y muy estáticas, una persona a la que es muy difícil hacer entender un derecho que tiene su hija.

¿Cómo se ha sentido bajo la dirección de Magüi Mira?

Me he sentido muy bien, ha sido como un regalo, sobre todo con la dirección de Magüi Mira que me parece algo a resaltar puesto que esta obra es muy difícil y ella la ha dirigido de una manera magistral.

He descubierto a una gran directora que ha entrado a formar parte de esa colección de los cuatro o cinco directores que para mí han sido fundamentales en mi vida y en la historia del Teatro.

¿Cómo ha sido trabajar con Amaia Salamanca, una actriz que debuta en el Teatro con

esta obra?

Estupendo. Amaia es una actriz muy grande, muy profesional, con un gran sentido del trabajo y de la disciplina y trabajar con ella es una maravilla. Es una persona estupenda que salir con ella cada día de cena es un privilegio porque es una actriz muy joven con mucha sabiduría.

Y trabajar en esta obra con Juan José Otegui, ¿cómo ha sido? Tengo entendido que se despide con esta obra del Teatro.

Particularmente emocionante porque Otegui es una persona que yo conozco desde hace muchos años, admiro y sigo en muchos de sus trabajos, le he visto en casi todo lo que ha hecho y siempre me ha gustado muchísimo como actor. Y como compañero siempre le he tenido un gran cariño. De repente, en esta función, porque no habíamos trabajado nunca juntos, que según dice va a ser su última función, coincidir con él es particularmente emotivo.

Y más especialmente tenerlo como marido, ¿no?

Sí, tenemos una gran complicidad en el escenario. Trabajar con buenos actores facilita mucho las cosas.

Tras su larga trayectoria, ¿hay algo que le quede por hacer?

A mí me queda por hacer todo aquello que me ofrezcan y que me quede por ofrecer y que me parezca interesante. Todo eso me queda por hacer.

¿Acepta todos los papeles que le ofrecen o es exigente?

Yo digo siempre que los actores no elegimos, nos eligen a nosotros. A mí lo que más me importa no es la longitud del personaje sino el contenido del espectáculo, que mi trabajo esté envuelto en un paquete de lujo, en un paquete lleno de contenido y bien hecho. Si estás en un buen producto siempre trabajas mucho mejor aunque el papel sea corto.

De todo lo que ha hecho, ¿con qué se queda, cine, teatro o televisión?

Pues es que es muy difícil, porque películas de antes, por ejemplo “Españolas en París”, que es una película a la que tengo un especial cariño, donde debutaba una actriz como Ana Belén, como protagonista dramática, fue una película muy querida por todos los que la hicimos, o la última, que fue “El 2 de mayo”, que dirigió José Luis Garci y por la cual tuve una nominación al Goya.

Supongo que todavía hay gente que la identifica como aquella directora del colegio de “Compañeros”, ¿qué le parece?

Claro, gracias a Dios. Eso está bien, permanecer en el recuerdo y sobre todo en el recuerdo de las nuevas generaciones porque una de las cosas que para mí tuvo mucho valor en mi incorporación a la televisión privada fue el hecho de encontrarme con una tercera generación, me habían seguido sus abuelos, sus padres y ahora ellos. A mí me gratifica muchísimo que me sigan recordando por ese personaje, que para mí, de todas las cosas que he hecho en televisión, es lo más importante.

¿Todavía nota nervios al subirse al escenario?

Cada vez más. Esto forma parte de la responsabilidad que uno lleva en la vida y cada vez se sienten más nervios. A toda aquella persona, a todo aquel profesional que se precie, a medida que vas cumpliendo años en tu profesión, a la hora de enfrentarte con un nuevo trabajo, la responsabilidad es mayor, puesto que además ya te conocen, esperan algo de ti y esto te obliga a tener una responsabilidad mayor y eso te pone más nervioso.

¿Cómo empieza la carrera de Tina como actriz?

Pues por casualidad. Esto es una cosa que va de una propuesta medio en broma medio en serio que me hace una actriz, Alicia Ermida, cuando yo era muy joven, que hay un director que se llama José Luis Alonso que ha sido uno de los más grandes directores de este país, descubridor de grandísimos actores, y me dice que si me gustaría dedicarme a esto y yo no lo tenía claro ni no claro, no me pasaba ni por la cabeza y por jugar dije que sí, me hicieron una prueba y hasta hoy.

¿Cómo está la situación del Teatro?

La situación del Teatro está francamente bien. Creo que el Teatro siempre ha estado en crisis, porque el Teatro se mueve de acuerdo con la sociedad y según los cambios sociales y la evolución, el Teatro siempre ha permanecido en crisis y ahora goza de una buenísima salud. Yo creo que ahora mismo atraviesa uno de sus mejores momentos.

¿Qué les diría a esos jóvenes que piensan en dedicarse a la interpretación?

Que estudien. Esto es una carrera como otra cualquiera. Que se preparen y que estudien, que vayan a una buena escuela y que se lo tomen muy en serio. Que no quieran ser protagonistas en seguida, que no quieran alcanzar eso tan devaluado hoy en día que es la fama, sino que crean en el trabajo bien hecho y en la continuidad del trabajo bien hecho.

Por último, ¿piensa en su retirada de los escenarios?

No, no, no, no. Yo no pienso retirarme. Si llega un momento en el que no soy capaz de estudiarme un personaje y que mis facultades físicas se resientan, evidentemente haré un “mutis” discreto y ya está. Pero yo siempre que decidan la profesión no retirarme, pienso seguir aquí dando la paliza.

Muchas gracias, Tina, y ¡¡mucha mierda!!

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