Análisis del fútbol riojano: Naufragio en Terrassa

Si no fuera porque las circunstancias del equipo local eran las que eran, estaríamos hablando de una derrota más en liga con escasas consecuencias a todos los niveles. Pero no, esta no es una derrota más. El Terrassa lleva acumulando semanas de impagos, deudas, encierros y promesas incumplidas por parte de una directiva que ha llevado al club catalán al útimo lugar de la tabla con una diferencia abismal respecto a la salvación y tan solo dos derrotas en su haber. Hasta el domingo pasado. La idea del club blanquirrojo era la de pescar en río revuelto aprovechando que el otrora gran club catalán comenzaba su reconstrucción con jugadores de Tercera, de Regional y hasta de juveniles. Los primeros pagos se habían producido y los encierros de jugadores terminados. Pues en estas circunstancias llegaba la Unión Deportiva Logroñés para arrancar tres puntos valiosísimos, mantener la racha de partidos invictos, alejar fantasmas innecesarios e iniciar una recuperación en el juego perdida en el día del Lleida. Nada de nada. La UDL dejó escapar los tres puntos de partido en el 93 de partido y dejando una sensación de (no) equipo que ni sabe a lo que juega y ni ganas se tiene de descubrirlo.

La Unión Deportiva Logroñés tuvo momentos de mando, sí, pero hay que saber por qué. La causa es que el Terrassa hizo lo que pudo y optó por armarse atrás para salir al contragolpe. Y era lo lógico. En una plantilla cuyos jugadores se ponían por primera vez la elástica de un Segunda B lo preferible era capear el temporal y esperar a las (escasas) ocasiones que se les pudieran presentar a lo largo del encuentro. Las tuvieron y las aprovecharon, aunque sucediera en el tiempo de descuento. Pero la lectura era otra. La lectura era que la UDL, no sólo tenía que mandar sobre el terreno de juego y llevar la iniciativa, sino que además debían mantener la tensión y exigencia de querer llevarse los tres puntos. Es decir, ocasiones y goles. Ocasiones las hubo, sí, pero realmente muy pocas y con nula convicción. Las llegadas a la portería local fueron contadas y a cuentagotas, nunca se tuvo la certeza absoluta de que a la UDL le entraran las prisas ni el agobio de acorralar a un rival ya exhausto en la segunda mitad de tanto correr tras el balón. Eso se llama actitud. Sin embargo desde el banquillo lo que no apareció fue la imaginación y la capacidad de dar la sorpresa. No se tomaron medidas cuando hubo que tomarlas y las consecuencias fueron inevitables.

Precisamente, las consecuencias:

la Unión Deportiva Logroñés cae al decimotercer puesto y a se acerca (otra vez) levemente a lugares peligrosos de la clasificación. Aún guarda una distancia de siete puntos con la promoción y de ocho sobre el descenso directo. La primera lectura a estos datos objetivos es que, pese a que sigue siendo una distancia considerable, ésta se ha reducido y que todo pinta a que tanto Lleida, como Espanyol B y Valencia Mestalla van a dar un arreón final en busca de la salvación y que uno de los perjudicados podría ser (Dios no lo quiera) la UDL. De hecho, dos de estos tres equipos ya ganaron esta última jornada y será el Valencia Mestalla el que visite Las Gaunas este próximo domingo. Y no será nada fácil. No será fácil ya que el Valencia Mestalla sólo ha perdido un partido de los últimos siete y fue ante el líder y por la mínima habiendo empatado incluso contra el filial del Barcelona. Ya avisé que por aquí abajo hay equipos que por presupuestos, plantillas o identidad histórica no son clubes que demanden la Tercera, por lo que tanto unos como otros tenderán a realizar una segunda mejor vuelta que la primera. Lo interesante sería que, en caso de complicarse mucho las cosas, otros conjuntos como Villajoyosa, Badalona, Alicante o Sporting Mahonés se metieran a su vez en la pomada.

Otras consecuencias se escapan de lo deportivo y van más hacia lo institucional. La afición tras esta derrota vuelve a buscar culpables. Y esta vez el número es más restringido que otras ocasiones. Antes se miraba hacia el director deportivo. El señor Revuelta ya lo destituyó y busca otro. Ahora es el míster y Ángel Aguado pues es él quien lleva los asuntos directivos y administrativos del club en ausencia del propietario. Josip Visnijc tiene ya poco crédito que ofrecer y escasas razones para justificar una nueva derrota. El domingo apenas lo hizo y dio a entender que no teniendo una plantilla confeccionada por él las cosas salieron como todos pudimos comprobar. Pero tampoco se vislumbra en sus planteamientos signos de evidenciar soluciones. No improvisa, no imprime carácter, apenas se dirige a sus jugadores durante los partidos, no los encorajina. En definitiva, lo que tanto gusta en Logroño no aparece por ningún lado y eso el aficionado lo sabe apreciar y lo echa en falta.

Y una última consecuencia: la UD Logroñés no se ha reforzado en este mercado de invierno y, sin embargo, sus rivales sí. El club está a la espera de un fichaje plasmado a pocas horas del cierre del plazo pero en el cual el club de procedencia no le da la baja. Carmelo Sota (Ríver Ebro) ha llegado a un acuerdo con la UDL y espera a que ambos conjuntos pacten el traspaso (de la ficha, no de dinero) del jugador. Y la realidad es que el tiempo es apremiante. El Ríver se escuda en que con tan poco tiempo hasta el cierre del plazo de fichajes no puede dejar ir a Sota, y aún tiene contrato en vigor con el club de La Rioja Baja. La Unión Deportiva Logroñés razona que en su contrato existe una cláusula en la cual se dice que si un club de mayor categoría al del Ríver Ebro se interesara por él quedaría del todo libre. La realidad es que a nivel federativo su ficha sigue perteneciendo al Ríver Ebro. En esta historia ninguno de los conjuntos se puede cargar de razón. El Ríver porque tiene que comprender que para el muchacho es una oportunidad de oro el jugar en Segunda B. La UDL debe saber a su vez que “integrar al fútbol riojano” no es contratar a un jugador cuando apenas quedaba una hora para terminar el plazo de fichajes. Si el jugador era observado desde hacía tiempo por los técnicos de la UD Logroñés lo lógico hubiera sido avisar al Ríver para que éstos pudieran maniobrar con suficiente antelación.

Revolcón en Tercera

Cómo se ha puesto la Tercera División después de la vigesimotercera jornada de liga. Hay un nuevo líder y no es ni Oyonesa ni Haro. El Alfaro se encarama a lo más alto de la clasificación y con argumentos de bastante peso: lleva nueve jornadas seguidas ganando. Es a partir de este próximo domingo cuando se verán las posibilidades de este Alfaro que ya anunciábamos que iba a más. El domingo se enfrenta en La Planilla a un Calahorra que volvió a las andadas al perder el sábado en Lardero frente al San Marcial. Los rojillos no dieron una de derechas. Su juego consistió en aguantar las acometidas blancas y esperar a algún fallo de la zaga local. No se produjo y el equipo cigüeño aprovechó dos de sus escasas oportunidades sentenciando el encuentro ya muy al final. El Calahorra continúa fuera de los puestos de play off y desperdicia una magnífica oportunidad al no aprovechar la derrota del Anguiano ante el nuevo líder.

También veníamos avisando que las baterías del conjunto serrano se iban consumiendo poco a poco. Este es otro equipo que, al igual que el Ríver o el Calahorra, no ha dado la verdadera medida de sus posibilidades al perder o empatar contra los grandes. Sin embargo, las otras sopresas nos las proporcionaron los hasta ahora líderes alternos: Haro y Oyonesa. El Haro, más obligado que su rival por no perder el liderato de la tabla, mandó más y buscó con más ahínco la portería de Picuchos, pero no obtuvo el premio de la victoria. El Ríver por el contrario, prefirió ser cauteloso y agazaparse atrás confiando en la pelea y la brega de los muchachos de Martín, y por esta vez sí hubo resultado, aunque no del todo satisfactorio ya que el cuarto puesto sigue estando muy lejos. La Oyonesa por otra parte mantiene unos números espectaculares. Siguen invictos en esta liga, sin embargo cuando muchos empates acumulados suelen equivaler a derrotas. Y el empate en Viana no entraba entre sus planes ya que el Vianés camina en la zona media baja de la tabla.

Sin sorpresas en Regional. Los tres primeros de la clasificación sacaron adelante sus compromisos con pocos sobresaltos. El Varea hizo lo justo para doblegar a una La Calzada que puso más corazón que cabeza. La Calzada es un conjunto que prácticamente se ha descartado de su lucha por el ascenso. La Unión Deportiva Logroñés B venció al Autol en un partido en el que la diferencia debió ser aún mayor. Y la SD Logroñés venció con una nueva goleada al Ciudad de Alfaro en su primer partido de la segunda vuelta. Y no lo tuvo fácil. La SDL se puso en doce minutos con un resultado en contra de 0-2. Eso fue considerado una osadía por parte de los alfareños y lo pagaron encajando una goleada exagerada con un resultado un tanto engañoso. El Ciudad de Alfaro mostró virtudes de querer ascender y jamás tuvo miedo de enfrentarse ante este intratable líder. Llamaba la atención en el equipo alfareño la cantidad de hombres que acumulaba cuando subían a atacar, claro, eso se tradujo que el centro del campo se rompiera y para ellos el partido se convirtiera en un correcalles agradable para el espectador. Pocas veces se podrán ver resultados como el 9-3 del pasado domingo.

Y por último, una vez más tenemos que hablar de decepcionantes los resultados en División de Honor Juvenil. La Unión Deportiva Logroñés no pudo jugar su partido en San Sebastián debido al mal estado del terreno de juego y a la lluvia que caía sobre la capital guipuzcoana. El Comillas volvió a perder (por la mínima) ante un rival, el San Juan, que hizo muy poco por llevarse los tres puntos. El equipo navarro era uno de esos rivales en los que se podía (y debía) atisbar algún signo de victoria. Y por último, el Balsamaiso perdió por goleada y con estrépito contra un rival que era competidor por la salvación. Esta su última oportunidad de agarrarse a la tabla del duodécimo puesto. De ganar se habrían puesto a cinco puntos de ese lugar y habría albergado ciertas esperanzas en el conjunto de la Calle Somosierra. Sin embargo nada salió bien y con un distancia de once puntos toca pensar en cómo reestructurar el equipo y en trazar unas nuevas líneas de trabajo. El consejo que Taberna de Freemason puede dar a la directiva del Balsamaiso es que se olviden de absurdas guerras por el poder en la SD Logroñés y piensen más en un conjunto que tantos y tan buenos jugadores ha aportado al fútbol de La Rioja.