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Opinión - El extraño regreso de unas manos muy sucias. Por Pere Rusiñol

La identificación tendrá que esperar

Rioja2

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Muchas incognitas quedan todavía por resolver después de que el pasado domingo una mujer encontrara entre las ramas de unos troncos en la orilla del Ebro, el cuerpo sin vida de otra mujer, en la localidad alavesa de Baños de Ebro, situada a menos de 30 kilómetros de Logroño.

Agentes de la Policía Nacional y de la Ertzaintza se personaron en el lugar antes de que el juez ordenase el levantamiento del cadáver que fue trasladado al anatómico forense de Vitoria. Allí se le practicó la autopsia. En este primer estudio debido al estado del cuerpo no se puede indentificar la identidad de la víctima. Aunque como ya se sabe, todo parece indicar que corresponde a la Policía Nacional residente en Lardero y desaparecida desde el pasado día 2 de noviembre. Serán los resultados de la prueba de ADN los que confirmen si el cádaver es de María Vanesa, de 35 años y madre de una niña con su ex pareja.

Las alertas saltaron al comprobar que nadie sabía nada de María Vanesa, que su desaparición voluntaria no era muy creíble y que en su casa se había encontrado signos de violencia. Ante esto, el juez decidió interrogar a su ex marido que se negó a declarar por lo que, 72 horas después, fue puesto a disposición judicial. El juez de guardia ordenó su ingreso en prisión al haber indicios de su relación con la desaparición de su ex pareja y derivó el caso al Juzgado de Violencia sobre la Mujer.

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