Vendimia: a mano y a máquina

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En la conocida película “Tiempos Modernos” de Chaplin, el hombre tenía que convivir con el progreso, con las máquinas, que en muchos casos sustituían a la propia mano de obra humana. Es la historia de la Humanidad: las máquinas sustituyen al hombre, también en el campo, donde la mano de obra sigue siendo fundamental para el cultivo y recolección de los diferentes cultivos.

Cada vez más bodegas deciden incluir máquinas como las vendimiadoras en el proceso de recogida de los cultivos. Hay dos tipos de vendimiadoras: las arrastradas, mucho más baratas, que van colgadas de un tractor y las automotrices que llevan su propio motor y tienen más autonomía en el movimiento.

Es una forma diferente, rápida y más barata de vendimiar, tanto es así que hay incluso empresas que ofrecen sus servicios con las vendimiadoras a los viticultores.

Las vendimiadoras pueden trabajar hasta ocho kilómetros por hora, lo que en “lenguaje agrario” significa una héctarea por hora. Pero también depende del tipo de viña: en una vieja pueden vendimiar hasta 4.000 kilos por hora y una joven hasta 10.000 kilos.

No son muchas las bodegas riojanas que se deciden por vendimiar de forma mecanizada toda su producción. De hecho, combinan las dos maneras de trabajar: manual y mecánicamente.

Rioja2.com ha hablado con una de las bodegas riojanas que aunque siguen manteniendo mayoritariamente la vendimia manual introducen también en la recolección, la vendimiadora que adquirieron hace dos campañas. Bodegas y Viñedos Zorruque, en La Rioja Baja, utilizan la máquina en los viñedos de los cuatro socios que componen la bodega.

Este tipo de vendimia mecanizada tiene muchas ventajas. En primer lugar, la capacidad y la rápidez con la que recoge la uva. En segundo lugar, la comodidad de evitar la contratación, el albergue y el transporte de los peones vendimiadores. En tercer lugar, la flexibilidad ya que la vendimia no se lleva a cabo de forma continuada, si no que en algunas zonas la uva no ha madurado y es necesario esperar para la recolección. Esta situación se complica si son peones quienes vendimian, pues al estar varios días parados optan por marcharse a otras plantaciones.

Pero también hay inconvenientes con la vendimia mecánica: Por una parte, se pierde calidad en la uva ya que no hay una recogida selectiva. Por otra parte, el transporte de la uva una vez recogida hasta la bodega debe ser rápida, ya que la vendimiadora puede aplastar algunos racimos que soltarían el zumo y este se oxidaría con más rápidez. Por último, hay que extremar las condiciones de limpieza en todos los aparatos desde la vendimiadora hasta en los remolques.

Sin embargo la tecnología se alía precisamante, con la tecnología. Y es que hay cada vez más productos que atenúan las desventajas de vendimiar con máquinas. De hecho, ya existen camiones cerrados para transportar la uva y evitar su oxidación gracias a la inclusión de gas carbónico que destruye el oxígeno en el remolque.

También existen unos productos preventivos para evitar la oxidación de la uva o su posterior fermentación.

Pero no en todas las viñas se puede vendimiar a máquina a pesar de que existen vendimiadoras que pueden equilibrarse para subir pendientes. Pero solamente en aquellas viñas que están emparradas se puede utilizar este sistema.

La vida útil de las máquinas depende, en principio de su uso, si es para una bodega o se trabaja profesionalmente con ellas, pero puede oscilar entre 8 o 10 años.

Todavía, ni máquinas ni hombres han entrado en las viñas ya que la vendimia parece que vendrá retrasada. En La Rioja Baja, el año pasado se comenzó a vendimiar el 19 de septiembre, pero parece que la climatología no va a permitir que coincidan las fechas. Habrá que esperar por lo menos siete días más para comenzar a vendimiar, ya sea a mano o a máquina.

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