Las olas de calor son ahora diez veces más frecuentes que hace diez años

Las olas de calor son ahora diez veces más frecuentes que hace diez años

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Las olas de calor son cada vez más frecuentes e intensas durante el mes de julio, ya que a principios del siglo XX se producían una vez cada 30,7 años y a principios de este siglo, sin embargo, se repetían cada 3,7 años, según un estudio de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) sobre las olas de calor, que analiza de forma expresa el último episodio del pasado 26 al 30 de junio.

En concreto, respecto a la ola de calor de la semana pasada, el autor del estudio, portavoz de la delegación de la AEMET en la Comunidad Valenciana, José Ángel Núñez, ha subrayado que se ha tratado de “la más cálida de las registradas en un mes de junio” en al menos los últimos 40 años.

Así, añade que las masas de aire extremadamente cálido durante el mes de junio que dan lugar a efemérides meteorológicas y olas de calor, el periodo de retorno ha pasado de 100 años en los años 80 del siglo XX a solo diez años en lo que va de siglo XXI.

Además, en este episodio “nunca” había hecho tanto calor en puntos como Burgos, Lérida, Gerona, el Puerto de Navacerrada, Madrid, Torrejón de Ardoz o Calamocha y no solo durante el mes de junio, sino en todo el año y en todos los años que tienen datos.

“Es un dato muy relevante. Que se produzcan efemérides en julio y agosto es cada vez más frecuente, pero que pase en junio y además se supere el récord máximo de temperautras absolutas no es habitual”, ha subrayado.

Núñez ha añadido que durante la ola de calor de la semana pasada, el 60 por ciento de las estaciones meteorológicas activas en Aragón han tenido este mes de junio el récord de temperaturas máximas absolutas.

El estudio señala que el periodo de retorno de las olas de calor y las masas de aire extremadamente cálido durante el mes de junio ha pasado de los 100 años en las últimas dos décadas del siglo XX a tan solo diez años en las dos primeras décadas del siglo XXI.

En concreto, la ola de calor que afectó a grandes áreas del oeste del continente europeo y, en particular al centro, norte y nordeste de la Península e islas Baleares, el estudio climatológico ha destacado que fue “extraordinaria por su intensidad”.

En este contexto, Núñez expone que la ola de calor de la semana pasada, si se analiza como un hecho aislado no significa necesariamente que haya sido producida por el cambio climático, sino que podría deberse a la variabilidad natural, cuya recurrencia estimada es de unos cien años. Sin embargo, sí ha cambiado la frecuencia de estos fenómenos y en años recientes en junio se han registrado una ola de calor en 2012 y ora en 2017 respectivamente.

Está aumentando, sin duda, la frecuencia de días cálidos y las olas de calor, que “se han multiplicado por diez desde los años 80 del siglo XX hasta la primera década del siglo XXI”.

De este modo, insiste en que hasta ahora se hablaba de modelos teóricos, de predicciones climáticas que apuntaban a que un aumento de las temperaturas traería una mayor recurrencia de las olas de calor y un aumento de los días cálidos.

“Ahora es un hecho”, ha comentado el experto que añade que no solo ha aumentado la frecuencia e intensidad de las olas de calor durante los meses de julio y agosto sino que, además, se están ampliando a los meses de mayo, junio y septiembre, lo que indica una “clara expansión del verano térmico” en España, sobre todo hacia el mes de junio.

Respecto al mes de junio, ha precisado que en esa treintena se están observando fenómenos que hace 30 o 40 años solo se registraban en julio y agosto. “Antes ocurría alguna vez, una vez cada cien años, como una cosa rara, una ola de calor en el mes de junio”, ha añadido.

En la misma línea, insiste en que la temperatura ha aumentado en el aire, en el mar, en tierra y en el aire a 1.500 metros de altitud y advierte de que “todos” los escenarios señalan que las temperaturas van a seguir aumentando, así como la recurrencia de las olas de calor.

En concreto, ha agregado que la temperatura media en verano, a 1.500 metros de altura, ha crecido entre los años 80 y la primera década del siglo XXI, una media de 1,3 grados centígrados de media en la Península; algo más, entre 1,4ºC y 1,5ºC en la meseta; y un poco menos, 1ºC en los litorales y en Canarias.

En todo caso, ha manifestado que la AEMET seguirá investigando la evolución de las los termómetros en las últimas décadas para dar una respuesta a los ciudadanos. “A veces los sentidos nos engañan, pero este estudio corrobora que estamos yendo hacia temperaturas y veranos más cálidos”, ha puntualizado.

El estudio refleja también, tras comparar las temperaturas en 850 hectopascales de los días 27 a 29 de junio con los meses de junio de periodo 1979 a 2018, es decir, los últimos 40 años, indican que en 14 capitales alguno de los valores registrados en esos días son los más altos “con diferencia” de la serie.

Esto ha ocurrido en Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Pamplona, San Sebastián, Logroño, Huesca, Burgos, Vitoria, Lérida, Gerona, Soria, Teruel y Guadalajara. De hecho, en Barcelona, Zaragoza, Bilbao, Pamplona, Donostia, Logroño, Huesca y Burgos, la temperatura registrada en 850 hPa durante los tres días de la ola de calor, es la más alta de la serie.

“Los tiempos se recortan significativamente al analizar las dos primeras décadas del siglo XXI”, ha comentado el portavoz que explica que el periodo de retorno estimado de un periodo cálido en el mes de junio durante las dos primeras décadas del siglo XXI es de 3,7 años, mientras que el periodo de retorno de una ola de calor (24oC o más en 850 hPa) en el mes de junio en las dos primeras décadas del siglo XXI es de 10 años.

En definitiva, Núñez concluye que la frecuencia de episodios cálidos o extremadamente cálidos ha aumentado en las últimas cuatro décadas y es diez veces superior en las dos primeras décadas del siglo XXI que en la década de los ochenta y noventa del siglo XX. Esta conclusión, insiste, es “coherente” con las hipótesis y bases físicas del cambio climático.

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