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El 5 de diciembre de 2016

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Puros de Singapur

David S. Ariznavarreta

Al que ha tomado partido, lo mismo le dan las tropelías que en nombre de su ideología cometan “los grandes hombres de la historia”. La política es una pasión que no atiende a razones, y que un representante del pueblo -aguantemos la pedantería…- aplique medidas para favorecer a los necesitados, nos hace sentir bien, sin importar cuáles sean las consecuencias. Hay quienes no necesitan más excusas que el buenismo torpemente publicitado para creer en un salvador de la patria, especialista, precisamente, en salvarse de cualquier control democrático: un dictador.

Algunos ya adivinarán que estoy hablando de Fidel Castro, y de las posiciones que han tomado unos y otros líderes políticos frente a su muerte. Pero, como ya saben, los números tienden a hablar, y puesto que de ninguna manera esgrimiré objetividad, mejor que hablen por sí solos.

Allá por los años 60, cuando Fidel se puso al frente de Cuba como primer ministro, la renta per cápita del país era similar a la de España. Seis décadas más tarde, Castro ya convertido en dictador, es cuatro veces menor, según datos de El Español. El estancamiento económico y productivo de la isla ha sumido a los cubanos en una pobreza comparativa con el resto del mundo. El reparto arbitrario de la riqueza y el clientelismo han impedido cualquier evolución. Y el régimen castrista, de bien intencionados dirigentes, ha mantenido un estatus que condenaba al país al aislamiento comercial.

 

 

Aunque a muchos les parezca que España incurre (como en un delito) en un capitalismo salvaje, y que no podríamos estar más lejos del socialismo de la Cuba castrista, lo cierto es que nosotros también estamos lastrados por el intervencionismo.

Si alguien se ha echado las manos a la cabeza viendo las consecuencias del castrismo sobre la economía cubana, debería repetir el gesto al comparar a España con Singapur, cuya renta per cápita ha crecido cuatro veces más que la española en el tiempo en el que nosotros dejábamos atrás a Cuba.

 

Fuente: elaboración propia. Datos: Federal Reserve of St. Louis.

Siendo justos, Singapur es el país en donde más ha aumentado la riqueza en el último medio siglo. Pero su receta para el crecimiento es aplicable e imitable en cualquier sociedad: libertad económica, una educación de calidad, baja fiscalidad y reducido tamaño del Estado.

Los datos demuestran que el proteccionismo, la ilusión de una seguridad que no es tal y su preponderancia sobre la libertad, no nos deja avanzar en la medida de nuestras posibilidades. En definitiva, España es hoy mucho peor de lo que podría ser, en el caso de que no hubiésemos delegado tantas responsabilidades económicas en nuestros políticos.

 

 

 

 

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David S. Ariznavarreta
Escritor, intento de periodista, ingeniero por accidente. Reflexiones, videos y columnas en:
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