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Convencido del éxito

Convencido del éxito

Rioja2

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Con el billete asegurado para la fase de ascenso a Segunda B, la Sociedad Deportiva Logroñés no se queda ahí. Puede que el primer objetivo se haya logrado, pero “no nos vamos a conformar” porque “queremos ser primeros, ya que nos da una gran ventaja para poder ascender”. Son palabras de Raúl Llona, el entrenador de los blanquirrojos. Un técnico que como el cuadro logroñés ha bajado de categoría para tratar de devolver a la división de bronce a un club diferente -por múltiples aspectos- se mire por donde se mire. De todas manera, el intento por recuperar el liderato, hace unas jornadas comandaban el grupo riojano de Tercera, no será sencillo, puesto que no depende de sí mismo. El Varea suma 86 puntos por los 85 de los blanquirrojos. Pese a ello, Llona lo tiene claro: “Nosotros tenemos que hacer lo nuestro, ganar los 5 partidos que nos quedan y luego ya se verá”. Oyonesa, Balsamaiso y Náxara deben acudir a Las Gaunas, mientras que Alfaro y Haro son dos visitas complicadas. “Este final de liga es positivo porque vamos a competir hasta el último partido, no vamos a tener tiempo para relajarnos”.

Ese, el de la relajación, es uno de los miedos que pueden aflorar. “Los jugadores ya saben que van a jugar el 'play off'. Llegan semanas de dudas porque el futbolista va a tener la mente puesta en lo que ocurra dentro de un mes, pero nuestra labor pasa por centrarnos en el día a día, en mantener la tensión en todo momento porque sin ella somos vulnerables”. En esta línea, Llona recuerda que “aunque es cierto que las diferencias clasificatorias son importantes, salvo uno o dos partidos en todos los demás hemos tenido que competir, no ha sido un camino de rosas”. Sin embargo, su pegada sí que ha sido determinante en algunos duelos. “Por supuesto, tenemos un equipo con gol y eso lo hemos agradecido, pero también ha habido partidos en los que los rivales se han cerrado y nos ha costado mucho porque las que teníamos no entraban”, señala.

Aunque el jugar en Las Gaunas ayuda a los intereses deportivos, “tenemos un equipo que mete mucha intensidad y ritmo a los partidos y si el campo es grande nos beneficia respecto a otros conjuntos”, la verdad es que los resultados son iguales, salvo el balance de goles, tanto de locales como de visitantes, puesto que hasta la fecha acumula 1 derrota (Haro) y 2 empates (Varea y Anguiano) como anfitrión y 1 partido perdido (Calahorra) y dos igualadas (River Ebro y Agoncillo) lejos de su campo. Sí que es verdad que los blanquirrojos han sufrido más como visitantes, ya que han encajado gol en 13 de sus 17 visitas, demasiadas. Un aspecto que habla de un punto débil -como su fragilidad en las acciones defensivas a balón parado- que debe tratar de corregir de cara a la fase de ascenso.

Inicios complicados

Raúl Llona reconoce que el comienzo fue “duro”. “Es lógico”, continúa, “que la gente después del descenso quisiera que se hiciera un equipo para ascender. Pero había dos maneras, o dar continuidad al bloque o intentar rejuvenecer el equipo y modificar algunas cosas”. El técnico riojano, en consenso con la directiva, apostó por el segundo camino. “Mucha gente nueva, cuerpo técnico nuevo... cuesta acoplarse”. Además a ello se unió que la plantilla era corta,. “Sabíamos que había un par de jugadores que llegaban justos y que podía costar integrarlos, pero preferimos tener un equipo en el que todos los jugadores se consideraran titulares para el bien competitivo del grupo, ya que si en un momento dado falta un jugador no depender de él. Optamos por eso a cubrir el presupuesto y tener futbolistas de relleno”.

Ese acomplamiento pareció acusarse al comienzo liguero. “Cierto, la verdad es que al principio sumamos más puntos de los que pensábamos. El equipo sufría mucho, sobre todo a domicilio, y aunque no acababa de carburar las victorias siempre ayudan a encontrar mejores sensaciones”. Que en las primeras siete salidas se encajara era un obstáculo que parecía impedir la progresión de los blanquirrojos. Pero las piezas fueron encajando hasta el punto de que el SD Logroñés ha sabido ir modificando su dibujo para encontrar la mejor manera de ser más competitivo y menos vulnerable defensivamente (ha recibido 27 goles, el cuarto que menos del grupo riojano).

La exigencia por estar arriba siempre ha estado ahí. “Lo asumí desde el principio, pero todo estaba hablado”. En este sentido, Raúl Llona considera que “por un lado está la directiva y por otro la afición. En el club, sabían lo que había y que la intención era hacer un bloque competitivo y joven con la posible continuidad a un segundo año por si las cosas no salían bien. Por ese lado, estamos contentos porque estamos peleando por el liderato”. Luego llega el aspecto de la grada: “Es normal que después de estar en Segunda B quieras regresar en el menor tiempo posible y es entendible por eso que la afición exija cada domingo que el equipo gane y que además juegue bien. Ese plus de presión por las expectativas creadas hay que asumirlo y saber convivir con ello”.

En este apartado, una vez más, Raúl Llona quiere dejar constancia de que “visto desde fuera parece que estar peleando con Varea y Calahorra es fácil y que este grupo de Tercera en el que las distancias clasificatorias son tan grandes es engañoso porque todos los equipos compiten, incluso los que están abajo. Esas diferencias no se reflejan en el día a día. Sí que la regularidad marca, pero no te puedes dormir ni un domingo porque lo pagas”. La eficacia de este equipo, la calidad en los metros finales, por supuesto, que ha sido decisiva en determinados encuentros. Ahí quedan los 94 goles marcados, segundo mejor ataque. Contar con un futbolista que ha marcado 25 goles como Rubén Peña es de gran ayuda. No lo es menos que Candelas haya sumado 14 o que Íñigo Rodríguez totalice 12.

“Hemos sido regulares”

Por todo ello, el técnico de los blanquirrojos hace hincapié en que “nuestra clave ha sido la regularidad”, lo cual no quita para que “los partidos ante rivales directos tengan el añadido de demostrar las sensaciones de tu equipo en comparación con otro que pelea por lo mismo que tú, porque al fin y al cabo en juego hay los mismos puntos que en otro partido de la liga”. Indica que “no hemos perdido puntos en campos complicados, lo que significa que hemos ganado y además nos hemos hecho fuertes en Las Gaunas”, un campo que “fue una petición propia ya que sabíamos que jugar en este campo no iba a dar más que quitar”.

El apoyo incondicional de la afición también suma. “Que en un estadio tan grande como Las Gaunas tengamos el apoyo incondicional de nuestros seguidores facilita nuestra labor porque si se dejan notar, el equipo lo agradece y trata de corresponder”, comenta Llona. Además, “como visitantes siempre hemos notado el calor de los nuestros y eso es una motivación extra para el futbolista, que se siente arropado”. Por eso, “hay palabras de agradecimiento hacia ellos”.

Ahora, la SDL afronta un final liguero complejo, con duelos difíciles ante cuatro de los nueve primeros clasificados (Haro, Náxara, Alfaro y Oyonesa). Rivales de entidad que “debe servirnos para motivarnos, para competir hasta la última jornada y para tratar de alcanzar el liderato” porque “aunque la gente piense lo contrario, nosotros nos centramos en el día a día, no miramos más allá del próximo partido”.

Raúl Llona para tratar de devolver al SD Logroñés a Segunda B cuenta con 20 futbolistas: Pinillos y Gonzalo han alternado en la portería. Manu Rubio comenzó la liga como lateral diestro, pero ha acabdo ejerciendo como central junto a Ledo, Metola (motivos laborales impiden que entrene con los blanquirrojos) y César Escudero, aunque Alberto Gil, en alguna ocasión puntual también ha retrasado su posición. Mario León ha alternado su ubicación, de extremo diestro a lateral, donde Arkaitz parece el más indicado para ejercer de '2'. En el otro costado Laencina y Bárez compiten por un lugar en el once. En los extremos, el citado Mario León, Mario Villar, Jaime Moreno e Iván Rudíez dan un extra de velocidad, regate, desborde y tiro. El equilibrio lo dan Alberto Gil y Gallardo en la medular. La visión y calidad la aporta Sergio Domínguez, en algunos partidos recientes partiendo desde la banda. La polivalencia, veteranía y llegada desde la segunda línea es una misión de Candelas, mientras que Héctor ha tratado de aprovechar sus minutos. El ataque es cosa de Íñigo Rodríguez y Peña. Mimbres para asaltar el liderato, con permiso del Varea, y de buscar el regreso a Segunda B.

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