Cuatro años después, la subestación eléctrica sigue en el barrio de Cascajos
La candidata del PSOE a la Alcaldía de Logroño, Beatriz Arráiz ha denunciado el uso “torticero” y la “demagogia barata” de Cuca Gamarra con las subestaciones eléctricas relacionadas con la obra del soterramiento en Logroño. Cuando el PP estaba en la oposición, recuerda Arráiz, Cuca Gamarra “movilizó a los vecinos de la zona de Cascajos ”los manipuló y provocó la polémica asegurando incluso que el hecho de tener una subestación eléctrica tan cerca de las viviendas era peligroso para la salud“. Y cuatro años después, y con el PP y Cuca Gamarra en el Ayuntamiento de Logroño, esta subestación continúa en el mismo sitio.
La de Marqués de Larios, en el barrio de Cascajos, fue la que suscitó más polémicas pero la candidata socialista ha puesto encima de la mesa otros dos incumplimientos de Gamarra, refiriéndose así a la ubicada en la esquina de la calle Pedregales con Avenida de Lobete y la subestación de Pedregales.
En relación a la de Marqués de Larios, Arráiz recrimina a Cuca Gamarra su incumplimiento porque “la protesta estaba encabezada por Gamarra”. De hecho, “fue el PP quien movilizó a los vecinos para que se opusieran al traslado de la subestación de Marqués de Larios a Poeta Prudencio, pero soterrada, proyecto que dejó aprobado el propio PP”. Una polémica que “azuzó Gamarra” además de “manipular a los vecinos con argumentos tan delicados como que esta cercanía con los vecinos podía incluso afecta a la salud y producir cáncer”. Unos argumentos que Arráiz rechaza porque en política considera “hay que ser más serios”.
Con el PSOE gobernando el Ayuntamiento de Logroño, se acuerda trasladar esta subestación de Cascajos a otro lugar diferente a Poeta Prudencio. “Llegamos a un acuerdo con la Sociedad del Ferrocarril para trasladar la subestación de Cascajos a otro lugar dentro del PERI del Ferrocarril pero más alejado de las vivienda”.
Negociación en la que, según la socialista, también se consigue que sea la Sociedad del Ferrocarril quien se haga cargo económicamente del traslado. Sin embargo, continúa, Cuca Gamarra y el consejero de Obras Públicas (miembros del Consejo de Administración de la Sociedad del Ferrocarril) se oponen. “Gamarra se negó a que la Sociedad del Ferrocarril pagara el traslado de la subestación porque quería pasar la patata caliente al Ayuntamiento de Logroño simplemente porque era el PSOE quien gobernaba”. Gamarra era partidaria de que fuera el Ayuntamiento de Logroño quien pagara el traslado en vez de la Sociedad del Ferrocaril. Una situación “irresponsable” teniendo en cuenta que “cuatro años después la subestación continúa en Marqués de Larios a pesar de que el PP ha planteado trasladarla a la prolongación de Pedregales pero aún no han hecho nada”.
La propuesta del PSOE para la subestación de Marqués de Larios sigue siendo la misma. “La integraremos dentro del parque, soterrada, y será la Sociedad del Ferrocarril la que se hará cargo, financieramente, de la obra porque afectaba al desarrollo del PERI”.
Más de lo mismo es lo que ha ocurrido con la subestación de tracción actualmente ubicada en la esquina de Pedregales con Avenida de Lobete frente a la guardería Arlequín y ASPACE. Con el PSOE gobernando Logroño, recuerda Arráiz, “conseguimos dejar todo preparado, los acuerdos y la modificación urbanística, para trasladarla a La Portada pero, en estos cuatro años, el PP no ha logrado construir la nueva ni quitar la actual”.
Historia que se repite con la subestación de Pedregales. El proyecto del soterramiento contemplaba desde el principio la necesidad de construir una nueva subestación para alimentar la nueva estación y todas las nuevas viviendas que se construirían en el PERI. En este caso, el lugar para trasladarla se situaba en una parcela de Pedregales al otro lado de la circunvalación. De nuevo, apunta Arráiz, el anterior Gobierno del PSOE dejó la parcela elegida y comprada pero “en estos cuatro años, el PP ha sido incapaz de construirla a pesar de que ela modificación del préstamo contemplaba una partida para su construcción”, concluye.
Por todo ello, Arráiz critica la inoperancia de
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