Rivalidad futbolística mal entendida

Rivalidad futbolística mal entendida

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Campo de San Miguel (Navarrete), sábado 11 de abril a las 17.00 horas. El duelo entre el Tedeón y el Comillas puede decidir cuál de los dos clubes alcanza el ascenso a Juvenil División de Honor a falta de tres jornadas. Desgraciadamente, por aspectos ajenos a los deportivos, el partido ha comenzado antes de tiempo. En concreto, lo hizo la noche del sábado al domingo cuando “una disputa masiva a la que se invita y se unen mayores de edad, ajenos a las formaciones deportivas, con intenciones pocos deportivas” da como resultado que “un jugador de fútbol”, del Comillas, “menor de edad” fue agredido -el agresor, identificado, ha sido denunciado- con la fatalidad de que el chaval sufrió “la perforación del tímpano, ocasionada por los golpes recibidos” y “debemos ser conscientes de que pudo ser mucho más grave”.

Esto ha provocado que Gerardo García León, entrenador del Comillas, haya explotado para que “este suceso no quede en el olvido”. Por eso, leyó un comunicado en el que lamenta que “lo que podía haber sido la fiesta del fútbol” se haya visto empañado por un episodio en el que “la rivalidad futbolística del terreno de juego” se ha trasladado a la calle. En este sentido, el que fuera exjugador de Valencia o Málaga, entre otros muchos clubes, señala que “la solución no está en la vía civil o penal. Está en la educación en toda su amplitud”.

Incluso se pregunta: “¿Hay voluntad de colaboración entre las instituciones y ejecución de planes de prevención y formación?”. Por ello reclama a las instituciones, entre las que entran los clubes de fútbol, “para que se activen y se pongan en marcha ya”. Porque es “triste leer mensajes telefónicos en tono jocoso entre chavales alegrándose del resultado final de este suceso”. Como técnico, Gerardo García León considera que “la figura del entrenador, como educador y formador, es fundamental desde el fútbol base”.

Charlas con los padres

Va más allá y destaca que “no tiene que ser muy difícil que en los cursos de entrenador de fútbol base se reciba formación en valores como el respeto, tolerancia, solidaridd, compañerismo, deportividad...”. Además, vuelve a preguntar de forma retórica “¿qué hay que hacer para que estos acontecimientos ocurran, o no ocurran, en ámbitos como la enseñanza, , donde entr la labor del entrenador, el hogar, la fiscalía, los ayuntamientos, las fuerzas de seguridad, los estamentos deportivos como federación de fútbol, comités disciplinarios o colegios de entrenadores?”.

Además, tiende una mano para “organizar charlas con los padres” para tratar de frenar este tipo de sucesos porque “hay que decir basta, que esto no vuelva a ocurrir”, ya que “si el golpe le hubiese pillado más arriba estaríamos hablando de otra cosa más grave”. En esta línea, Gerardo García León reconoce que “nadie” del Tedeón “se ha puesto en contacto conmigo”. Asimismo, asume que el caso afecta, “aunque tratamos de llevarlo de la mejor manera posible en los entrenamientos” porque “queremos que el sábado se vea un buen ambiente” dentro “de un partido más en el que hay que disfrutar”. Pues eso, que la lucha por lograr el ascenso a División de Honor se reduzca a lo que suceda en el ámbito deportivo y que no haya que lamentar casos como el denunciado porque “la amistad, como forma de relacionarse, tratarse, ayudarse, en estas etapas del desarrollo de los jóvenes, puede y debe existir independientemente de la camiseta que te enfundes”, concluyó Gerardo García León.

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