Victoria para el recuerdo

Victoria para el recuerdo

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Otra gesta. Una más. No se sabe ni cuántas van. Lo mejor, es que se concatenan, que la evolución de este club es grandiosa, que está llevando el nombre de Logroño y de La Rioja a una cotas insospechadas. Si el jueves se confirmaba, tras la derrota del Meshkov Brest en Kiel, que el Naturhouse estaba clasificado para los octavos de la Velux EHF Champions League, este sábado los franjivino superaron, por fe, orgullo, casta, intensidad defensiva, velocidad, calidad y acierto en la portería al poderoso París Saint Germain por 35-33.

Que sí, que algunos dudarán de si los franceses vinieron al Palacio a pasar la tarde, el resultado les daba igual a efectos clasificatorios, pero hay que salir a la pista y batallar durante 60 minutos frente a una amalgama de jugadores de talla mundial a los que no les gusta perder ni en los entrenamientos. Por lo tanto, no es démerito del que pierde, el valor hay que dárselo al que sale victorioso, al débil, en este caso. Así lo entendió una afición que no paró de animar a los suyos y que no dudó en ponerse en pie para festejar un triunfo que quedará en la memoria.

Ni el buen arranque del PSG ante la supuesta debilidad en el centro de la defensa local, hay que recordar que los riojanos jugaron el duelo sin sus dos baluartes defensivos -Thiagus y Garabaya, ambos lesionados-, hizo mella en un bloque que supo recuperarse de esa aparente fragilidad, que fue a más con el paso de los minutos y que se creyó invencible, como demostró en los minutos finales. Lo dicho, los galos comenzaron dominando gracias a las paradas de Annonay y al acierto de Accambray. El 3-5 a los 10 minutos era una muestra de que el objetivo de los hombres de Jota González pasaba por aguantar para que las diferencias no fueran extremas.

El 8-12 podía marcar la barrera entre la dosificación de esfuerzos o la entrega máxima. Así ocurrió. El PSG bajó un poco, mientras que el Naturhouse insistió en apretar los dientes, en sufrir en su campo para buscar la velocidad. Los franceses si lograban dar fluidez a su ataque eran letales, pero cuando había manos contrarias de por medio les costaba más. Encima, Aginagalde estaba de que sí. Y eso siempre da un empujón. Eilert sacaba a relucir su brazo y los extremos volaban en las transiciones. La consecuencia fue el marcador se estrechó, tanto que los riojanos pudieron empatar antes del descanso, pero una par de errores lo impidieron. Aun así, el 15-15 dejaba todo por decidir.

Venataja local

El Naturhouse, aguerrido, continuó en la pelea para ofuscar a su rival. El empate a 19 animaba a los locales, mientras que ahora era el PSG el que debía pensar, el que tenía problemas. Y eso que apeló a las individualidades para seguir en el duelo. Pero claro cómo se puede parar a los Accambray, acabó con 8 goles, Gunnarsson, finalizó con 9 dianas, o Hansen, imprevisible en la dirección dad su calidad. Trabajando, solidarizándose con el compañero para formar un bloque compacto, duro en defensa y certero en ataque. Aginagalde, además, con una gran actuación, puso de su parte para que el cuadro local se pusiera por delante a falta de 15 minutos: 26-24.

El PSG quiso frenar el ritmo del conjunto franjivino y volvió a mostrar su mejor cara, sobre todo, en defensa. Imprimió mayor intensidad para generar dudas a los de Jota y confiar en que la circulación en ataque recuperara su mejor versión. Sin embargo, sólo Gunnarsson parecía decidido a mantener las esperanzas de los parisinos. El Naturhouse, sin dudas, era corazón en su pista y cabeza en la rival. Los extremos anotaban, desde los seis metros también e incluso desde lejos. Era el día para lograr la proeza: 33-31, con 5 minutos por jugarse. Pero faltaba rematar la faena. Así que el capitán del Naturhouse acaparó el protagonismo en la recta final con paradas desquiciantes para un PSG que iba asumiendo la derrota, como ocurrió: 35-33. Un resultado impensable para un conjunto que cuenta con el mayor presupuesto de Europa.

Pero este deporte permite estas cosas, que el pequeño, con un soberbio trabajo coral en defensa, supere a una plantilla plagada de estrellas mundiales. Una victoria de relumbrón, que se quedará en las retinas de los jaleosos aficionados que homenajearon el triunfo del Naturhouse poniéndose en pie. Era lo mínimo por lo que habían hecho los franjivino sobre la pista. Ahora, sólo queda esperar al sorteo del martes para conocer quién será el rival de octavos: Barcelona, Kielce o Veszprem. Sea quien sea ya saben que el Palacio de los Deportes de Logroño tiene alma. Así que, cuidado.

Naturhouse La Rioja: Aginagalde (p), Stenmalm (4), Cacheda (2), Rocas, Ángel Fernández (4), Javi García (3), Eilert (9), Miguel Sánchez (1), Juanín García (7, 1p), Luisfe, Vigo (3), Pedro Rodríguez (2) y Romero.

París Saint Germain: Annonay (p), Kounkoud (2), Accambray (8), N'Diaye, Gojun (1), Hansen (6, 3p), M'Tima (1), Omeyer (p), Melic, Vori (1), Barachet, Garain, Narcisse (2), Honrubia (2), Kopljar (2) y Gunnarsson (9).

Parciales: 1-2, 3-5, 6-9, 8-12, 12-14, 15-16 (descanso); 19-19, 22-22, 26-24, 30-28, 33-31, 35-33 (final).

Incidencias: 3.500 espectadores en el Palacio de los Deportes en el último partido de la fase de grupos de la Velux EHF Champions League.

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