Las instituciones al servicio del ciudadano
La sanidad volvió a centrar el debate político en un pleno parlamentario diseñado a medida en función de la agenda del presidente del Gobierno regional.
Olivia García
La cita era a las 16,30 horas de la tarde y, como viene siendo habitual, las preguntas orales al presidente estaban en el primer punto del orden del día. Sin embargo, en una extraña interpretación del 'poner las instituciones al servicio del ciudadano', se decidió dar la vuelta a la sesión plenaria y dejar las preguntas para el final. Arrancaron justo cuando el encargado de contestarlas, el presidente, entró por la puerta del hemiciclo. Una hora y media después de arrancar la sesión, con una sonrisa y sin ningún rubor por el retraso.
Es el tiempo que tuvo que esperar Concha Andreu para formular sus preguntas. "¿Cree usted que el acceso a la educación universitaria de los jóvenes riojanos ha mejorado esta Legislatura". Como respuesta, un "si rotundo" del presidente, alegando un aumento de las becas, las infraestructuras y las ayudas del gobierno a la Universidad. Reiteró el presidente que siempre apostará por los modelos público-privados, en referencia tanto a la educación como a la sanidad. Con una lluvia de cifras, intentó demostrar que el sistema sanitario riojano se ha convertido "en uno de los mejores del país". Llegó incluso a acusar a los diputados de la oposición de acudir a la sanidad privada para pasar luego sus facturas al Parlamento. Y con la misma sonrisa que llegó, dejó el hemiciclo apenas media hora después.
Antes de la actuación estelar, habían jugado sus roles los secundarios. La sanidad volvió a convertirse en arma arrojadiza entre los diputados populares y la oposición, con las habituales descalificaciones, salidas de tono y alusiones personales. José Ignacio Nieto y Emilia Fernández se hacen burla con muecas silenciosas, otros se indignan, los de enfrente se ríen… Es parte del espectáculo.
Y en un segundo plano, el debate: la plaza de reumatóloga de la que es titular la gerente del Seris , Mari Luz de los Mártires, en la Fundación Hospital de Calahorra. Intentaba conocer la diputada socialista Inmaculada Ortega, por qué se creó esa plaza de forma apresurada y sin la necesaria publicidad y las razones por las que, a pesar de la excedencia de su titular para ocupar puestos de gestión, no se ha ocupado la plaza a lo largo de estos cinco años.
El regionalista Miguel González de Legarra, quiso sumarse a la iniciativa de su compañera añadiendo su firma personal: "La mujer del César no sólo tiene que ser honesta, también tiene que parecerlo, y aquí no hablamos de la mujer del César sino del consejero", un detalle importante en su opinión porque, "imaginen ustedes que la titular de esa plaza se apellida González de Legarra o Gil Trincado, imaginen el escándalo en esta comunidad. Y si se apellida Iglesias, Errejón o Monedero, el escándalo sería nacional. Pero en esta comunidad no pasa nada, hay que pasar de puntillas porque esto es la normalidad".
En defensa de su compañero de bancada salió el popular Félix Vadillo basando sus argumentos en el 'y tú más'. A los socialistas les acusó de entrar en la administración por vías falsas y a los regionalistas, de crear fundaciones vinculadas al ayuntamiento de Logroño para colocar a personas de su entorno. "Esto es una cacería contra una de las mejores profesionales sanitarias que hemos tenido en esta comunidad, sólo hay mala fe y persecución personal contra una señora por tener una relación sentimental con el consejero que ambos han hecho pública con mucha valentía", concluyó ante el alboroto de sus adversarios políticos.
Ya de puertas para afuera, la fotografía de la política riojana en los últimos años: los diputados socialistas y regionalistas en una cordialidad casi amistosa frente a sus compañeros populares que apenas mantienen relaciones fuera de su grupo. No les hace falta.
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