La presión de Irujo doblega a Olaizola II

La presión de Irujo doblega a Olaizola II

Rioja2

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Por fin Juan Martínez de Irujo por fin le ganó una final de la jaula al capo de la especialidad en los últimos años, Aimar Olaizola. Un triunfo basado en la potencia de sus pelotazos, para lo cual el de Aspe ocupó el mejor sitio de la cancha y atropelló una y otra vez a la estrella de Asegarce. Irujo se convierte, con esta chapela, en el único pelotari que ha ganado en dos ocasiones los tres torneos principales de la pelota a mano en la misma temporada (el parejas, el mano a mano y el cuatro y medio).

Que se llene un frontón para una final es poca novedad, pero que sea el espectacular Bizkaia, en el bilbaíno barrio de Miribilla, tiene su mérito, ya que caben nada menos que 3.000 aficionados. No es de extrañar la expectación creada por la final del cuatro y medio de 2014, ya que en ella se enfrentaban dos pelotaris que cuando se retiren pasarán a engrosar la escueta lista de los mejores jugadores de la historia. Ni más, ni mangas… Porque Irujo y Olaizola, Olaizola e Irujo, han tenido la mala suerte de coincidir en una misma generación de la pelota a mano, de manera que están compartiendo los triunfos que si uno de los dos no hubiera existido, sin duda hubieran ampliado la vitrina del otro. Estamos teniendo la suerte de disfrutar de un duelo, pues, como si de un Gallastegi contra Ogueta se tratara, como un Retegi contra Atano. Algo así como para un futbolero poder ver a Pelé contra Maradona, a Cruyf contra Messi. ¡Cómo no se va a quedar pequeño el gigantesco recinto de Bilbao!

Durante el transcurso del campeonato Aimar Olaizola no había ofrecido sensaciones tan rotundas como en los años anteriores, por lo que su favoritismo para el título era más ligero que en ocasiones previas. Pero Irujo le comió la tostada ya desde el intercambio inicial de pelotazos rápidos y rasos, en el primer tanto del partido, en el que terminó avasallándole con una cortada de zurda al ancho que el de Asegarce no pudo devolver de volea.

Porque la clave de la victoria del delantero de Aspe estuvo en la mayor presión que inyectó a sus pelotazos, presión que pronto minó la resistencia física de Olaizola II: Tras los rifi-rafes de los primeros tantos, el de Goizueta se vio obligado a solicitar su primer descanso con 5 a 2 en el marcador. Ahí se notó que Irujo estaba mejor físicamente, porque ni siquiera se sentó en el set de descanso, sino que atendió a las indicaciones de Patxi Eugi de pie. De poco les sirvió a los hermanos Olaizola el respiro (Aimar en la cancha y Asier en los consejos), porque Irujo sumó seguidito dos tantos más de, saque-sotamano cruzado (6-2) y de sorprendente saque al ancho (7-2).

Llegó entonces la “irujada” de la tarde, esa jugada tonta que Juan comete en cada partido: a una pelota que Aimar le había dejado “a huevo”, el genio de Ibero respondió mandándola a las butacas con una exageradísima carambola de sotamano (3-7). Se disputó un tanto duro a continuación, finiquitándolo finalmente Irujo pasando por la pared de derecha al pequeño de los Olaizola, que de nuevo tuvo que acudir a restablecer su respiración sentadito junto a su hermano. Irujo volvió a permanecer de pie (8-3).

Falló Irujo, y todos esperábamos que por fin llegaría la tacada de Aimar, pero el de Asegarce no engañó con su saque al ancho, matando Juan el punto rápidamente en la pared de gancho largo (9-4). Ahí sí que llegó la reacción de Olaizola, con cinco tantos seguidos que supusieron el empate a 9. Aún así, se veía a Irujo cómodo, mientras que Aimar no acababa de imponer su tradicional juego machacón y de tiralíneas. Con abrazo en el marcador, Irujo movió bien a su rival, ganando el punto de volea larga (10-7). Fue el comienzo de la tacada que decidió la final, ya que encadenó Juan 8 tantos seguidos que colocaban una distancia difícilmente remontable (17-9). En esta fase definitiva Martínez de Irujo ocupó el centro de la jaula, desde donde movió a su antojo a Olaizola II, utilizando el gancho y la volea como armas.

Conectó por fin Aimar un cortadón al ancho de zurda, pero fue un espejismo, ya que dos fallos consecutivos auparon al de Aspe a tan solo dos tantos del triunfo (20-10). Obligado a jugar a la desesperada, Olaizola sacó por fin la rabia, y con un par de brillantes tacadas intentó meterse en el encuentro (14-20 y 16-21), pero ya era demasiado tarde.

El frontón se rindió en un ruidoso aplauso que retumbó en el colosal pabellón de Miribilla cuando Irujo se encarriló su último saque, pero Aimar no había tirado aún la toalla, ganando una bonita carambola de sotamano tras un tanto largo, bonito y duro. Irujo solicitó su segundo descanso (el primero había sido en el 11-9), y retornó a la cancha para cerrar el partido después de otro tanto duro, en el que su superioridad física le permitió doblegar en la pared a un desarbolado Aimar Olaizola. 22 a 17, tras 55 minutos de intesa y emocionante final.

DATOS Y DETALLES

Sin bien en el apartado físico no hubo discusión, los dos pelotaris mostraron muchas dudas sobre el material a elegir en cada saque. Pelotas que parecieron adecuadas a la jaula, ya que no destacaron a la vista ni por defecto ni por exceso.

El Bizkaia, un frontón que si no se llena parece un gran hangar desangelado, frío y distante, ofreció tan estupendo y ruidoso ambiente que las enormes distancias del recinto se hicieron más llevaderas.

Las estadísticas realizadas por los dos astros de la pelota fueron las siguientes:

Martínez de Irujo: 10 remates y 3 saques (dos de ellos al ancho, uno de ellos milimétrico), 5 fallos.

Olaizola II: 11 remates y 1 saque, 7 errores.

El preliminar fue claramente ganado por Retegi Bi y Zabaleta, que dejaron en 13 a Iker Arretxe y Albisu. La clave estuvo en el afán rematador de Julen Retegi, que ganó 9 tantos, mientras que su rival de puesto solo consiguió uno. Atrás, bonito duelo de bombarderos, con mejor balance para Zabaleta, ante el mayor acierto de su delantero.

Terminada la jaula, ahora llega el parejas, que se presenta ya mismo…

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