La Rioja necesita más familias de acogida

La Rioja necesita más familias de acogida

Laura Olave

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Logroño acoge este sábado el VI encuentro de Estatal de Acogimiento Familiar, un evento al que acudirán más de un centenar de familias y 42 niños de entre 0 y 17 años. Actualmente hay niños, también en La Rioja, que, por diversas circunstancias, no pueden convivir con sus familias biológicas y pasan a vivir temporalmente o permanentemente con otra familia que se hace cargo de su cuidado o de su educación.

La familia de acogida integra a ese niño proporcionándole un nuevo entorno familiar estable. En La Rioja hay en la actualidad una veintena de familias de acogida pero se necesitan muchas más “porque todavía hay niños en los centros de acogida”, aseguran desde la Asociación de Familias Adoptantes y de Acogimiento de La Rioja (Afaar La Rioja).

Arancha es una logroñesa que dio el paso, decidió convertirse en madre de acogida y compartir su hogar con Lola (nombre ficticio). Lola llegó a casa de Arancha a los 13 años tras superar un periodo de acoplamiento de seis meses. “Estaba en un piso de acogida con otras dos niñas que eran hermanas y se sentía culpable por dejarlas allí, por eso, el periodo de acoplamiento fue tan largo”, recuerda Arancha. Hace ya cuatro años que Lola vive en casa de Arancha y, aunque se siente “enormemente satisfecha”, también reconoce que ha sido un camino duro.

El periodo de adaptación fue complicado para ambas. “Hemos pasado situaciones duras porque ella ha estado en varios pisos y no sabía si este hogar iba a ser el definitivo”. El problema que tienen este tipo de niños es que nunca se les ha dicho 'no' por eso la convivencia es un constante tira y afloja. “Te llevan al límite, te desafían constantemente” confiesa Arancha. En una de esas broncas tan habituales llegó un día que Arancha le dijo a Lola, “por mucho que hagas nunca te irás de esta casa, este es ahora tu hogar”. Ahora, cuatro años después, reconoce que siguen las discusiones pero son las propias y normales de cualquier hogar con niños, “no te pongas esa ropa, no me cojas ese sujetador”… comenta.

Las carencias de este tipo de niños son muy grandes, asegura. Lola, por ejemplo, recuerda, “tenía pánico a los autobuses… son cosas que no se aprenden en el colegio y que tienes que ir superando con ellos día a día. Por eso, al principio iba con ella en el autobús, luego la dejaba a ella sola pero yo iba por detrás en mi coche… ”y así íbamos superando las dos poco a poco las dificultades“.

Un camino duro en el que es necesaria “mucha fuerza de voluntad y carácter para establecer límites, que nadie se piense que estos niños solo necesitan cariño, necesitan también que alguien esté pendiente de ellos, que les pongan límites”. La contraprestación, dice satisfecha, “es saber que estás haciendo algo por una persona que va a ser alguien porque, si no, estos niños son carne de cañón”.

El acogimiento familiar es una fórmula integrada dentro del cuerpo legislativo del Estado. Esta fórmula está gestionada por los órganos competentes de las distintas Comunidades Autónomas que articula la respuesta social, garantizando así, no sólo el derecho al bienestar y a la protección de los menores, sino también el seguimiento por parte de profesionales.

Pero pese a todo, aseguran desde Afaar La Rioja, todavía sigue siendo algo desconocido. La asociación riojana reclama más medios económicos para dar a conocer esta figura e incrementar la lista de padres de acogida con el objetivo de que no haya más niños en pisos de acogida.

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