Cuando la alimentación se convierte en un problema

Todos conocemos la importancia de una buena alimentación, sin embargo, muy pocos comemos bien. Partiendo de esta realidad, ACAB Rioja ha organizado mañana una jornada en la que se intentará dar a conocer a los ciudadanos las pautas principales para una alimentación saludable. Además, se realizarán pruebas de índice de masa corporal a todo el que lo desee con una báscula especial.

Se trata de una campaña nacional que tiene su punto de partida en Logroño, concretamente en la Plaza Salón de la Gran Vía entre las 11 de la mañana y las 8 de la tarde. Además, cada persona que se acerque a la carpa, recibirá asesoramiento de un equipo de psicólogos y recibirá una bolsa con alimentos saludables.

“Una persona puede ser delgada por naturaleza”, explica Gloria Martinez, presidenta de ACAB Rioja, “el problema surge cuando ellas se ven obesas y empiezan a hacer dietas restrictivas que les llevan a la obsesión y a caer en el pozo oscuro que son los trastornos alimenticios”.

Martínez alerta además de otra realidad: la bulimia se ha disparado entre las personas mayores de 18 años. En el caso de la anorexia, la edad de inicio sigue bajando. Si las chicas llegaban antes a la asociación a partir de los 15 o 16 años, ahora lo hacen antes de los 14.

“Los padres muchas veces son los últimos en reconocer el problema”, señala la presidenta de ACAB, “se ponen una venda, no lo quieren ver, muchas veces son los colegios o los institutos los que detectan el problema y se ponen en contacto con nosotros”.

“Lo primero que deben hacer las familias es acudir al pediatra y también a nosotros si lo consideran necesario, los psiquiatras valoran el caso y ven si se trata de un trastorno de la alimentación o de otro problema psicológico o derivado de un maltrato, por ejemplo”, explica. El 20% de los casos tratados resultan ser un problema alimenticio, el resto, son otras patologías.

Para los integrantes de este colectivo, el principal problema es el comportamiento sociocultural que perciben las niñas y jóvenes (9 de cada 10 pacientes son mujeres). “Las modelos no son las culpables, es su trabajo y la industria les exige estar así, el problema es que los propios padres y madres hacen dieta, se obsesionan con el ejercicio, con adelgazar”, señalan.

Desde ACAB recuerdan que una persona saludable, debe tener un IMC entre 20 y 24. Cuando ese índice está por debajo de 15, la delgadez es extrema. “Hay que estar alerta cuando el índice se sitúa en 18, porque comienza a bajar ya muy rápidamente”, explican.