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El drama de la Sociedad divierte a la UD Logroñés

El drama de la Sociedad divierte a la UD Logroñés

Rioja2

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El fútbol riojano volvió a escenificar ayer su particular tragicomedia. Llegaban los dos equipos al derbi con demasiadas necesidades, poco fútbol que aportar y un sólo objetivo en la cabeza: evitar el descenso. El despliegue de ambos sobre el césped de Las Gaunas vino a confirmar las carencias mostradas a lo largo de la temporada y sus respectivas situaciones en la tabla. Pelotazo va, pelotazo viene, el único tiro entre los tres palos fue el gol del tan criticado Moisés Eguizábal. Jon Moya hizo una falta al borde del área e Ibai Ardanaz preparó su tobillo para seducir al fondo sur. Acarició la pelota, la acomodó y la mandó contra la barrera. El rechace fue a parar al segundo palo, donde se encontraba Goñi para enviar el balón hacia la portería de medio chilena. En mitad de ese viaje se coló Moisés, al que nadie esperaba encontrar por allí, metió la puntita y desvió el cuero lo suficiente para cambiar el marcador y, quién sabe, si el futuro del fútbol en La Rioja.

El partido no tuvo más ocasiones pero sí nueve jugadores amonestados y dos expulsados (por doble tarjeta amarilla). Fue un encuentro de alta tensión, en el que cada lance parecía que iba a ser el último para el jugador que se quedaba tendido sobre el terreno de juego. Y así fue para Jaime Moreno, que tuvo que ser sustituido nada más comenzar el encuentro al lesionarse de una costilla. Decir que hubo poco fútbol sería exagerar y mentir, porque no hubo nada. Cero. Los nervios atenazaban las piernas y músculos de todos los allí presentes, salvo los del colegiado si de sacar una tarjeta se trataba, debido a la trascendencia del choque. Ser o no ser. Los finales de temporada son así. Están cargados de sueños que terminan en sinsabores y en amargas derrotas que hacen llorar a unos, pero divierten a otros.

Sería hipócrita no señalar que entre las aficiones de ambos logroñeses no se pueden ni ver y que el mal momento de la SD Logroñés no hace felices a los contrarios. Los unos quieren ver hundidos a los otros, y los otros a los unos. 55 minutos tardó en salir desde el fondo sur el cántico de la mofa, el único que hasta ahora no se había producido en ningún otro derbi porque las matemáticas no lo permitían: “¡A tercera, oé! ¡A tercera, oé!”, cantaban los seguidores de la UD Logroñés. Y es que en el fútbol no hay nada mejor que, además de conseguir los objetivos propios, hundir al eterno rival, a ese al que se odia con más pasión que con la que se quiere al equipo. Los jugadores en los que sí había una sonrisa, los que ayer hacían las veces de visitante y no vestían de blanquirrojo pese a estar en su estadio, salieron de los vestuarios cuando ya había terminado el partido para celebrar la permanencia con los suyos, con los que habían pagado quince euros por ver 90 minutos de balones por el aire.

El otro punto caliente de la tarde nada tiene que ver con lo estrictamente futbolístico pero sí con el ambiente que se vive en estos partidos. Según contó la directiva de la SD Logroñés a los periodistas, dos horas antes del comienzo del encuentro (cuando aún no había accedido el público) alguien robó los petos de los recogepelotas y de la prensa de una zona común al lado de los vestuarios. Estos fueron encontrados en un contenedor fuera del estadio por un aficionado.

Antes de que llegue el verano y la palabra fusión vuelva a salir a la palestra como algo necesario y que solucionará de golpe y porrazo los problemas del fútbol en La Rioja, la SD Logroñés todavía puede evitar su descenso. Primero por la vía de la promoción, para lo que deberá obtener un resultado el próximo domingo igual o mejor que el del Caudal, aunque el empate también le vale. Después tocaría ganar una eliminatoria, a ida y vuelta, contra uno de los equipos que actualmente ocupan también los puestos de promoción en los otros grupos de Segunda B: Atlético de Madrid B, Valencia Mestalla y Arroyo CP.

FICHA

SD Logroñés: Mandaluniz; Iñaki Jiménez, Ledo, Moya, Alcántara; Laencina, Loza (Íñigo, min. 64), Fran Sota, Del Puente; Tamayo (Olavarrieta, min. 81), Javi Torres (Toledo, min. 68).

UD Logroñés: Sergio López; Ormazábal, Herreros, Gil, Sergio Martínez; Jaime Moreno (Alain Barrón, min. 18), Moisés, Ibai, Goñi (Domínguez, min. 90), Javi Rodríguez (Íñigo, min. 86); Ubis.

Goles: 0-1, Moisés (min. 37).

Árbitro: Ávalos Martos (Comité catalán). Ha amonestado a Ledo, Fran Sota y Candelas, por parte de la SD Logroñés; y a Ormazábal, Goñi, Ubis, Ibai Ardanaz, Íñigo Rodríguez y Javi Rodríguez, por parte de la UD Logroñés. Ha expulsado a Iñaki Jiménez y Moya, de la SD Logroñés, por doble tarjeta amarila, y a Gonzalo, portero suplente de la SD Logroñés, al terminar el partido, por levantar los brazos y animar la afición para que prosiguiera con los cánticos de “árbitro hijo de puta”.

Incidencias: 1.722 espectadores en Las Gaunas.

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