Un encierro que logra una reunión
A última hora de la tarde de ayer, veintiocho trabajadores de la antigua Agencia del Conocimiento y Tecnología decidían encerrarse en su lugar de trabajo, el CIBIR. El encierro era el último cartucho que estos trabajadores tenían para hacer recapacitar a la consejera de Administración Pública y Hacienda, Concepción Arruga. Y lo quemaron.
Tras unas horas de encierro, Arruga accedió a reunirse con estos trabajadores a primera hora de la mañana de hoy viernes. El objetivo de estos profesionales no es otro que retomar las negociaciones que llevan realizando durante el último año y llegar a una solución satisfactoria para todas las partes.
El origen de esta situación hay que buscarlo en 2012, cuando la Administración decide eliminar la Agencia del Conocimiento y la Tecnología. Es entonces cuando comienzan las negociaciones para ver de qué forma se produce la integración de estos trabajadores en el esquema organizativo de la Comunidad Autónoma.
Y tras un año de conversaciones, ayer, 26 de diciembre, la Administración de la Comunidad Autónoma comunicó al Comité de Empresa las condiciones de integración que iban a ser aprobadas en el Consejo de Gobierno de esta misma mañana. Unas condiciones que según los trabajadores se han acordado “de forma unilateral por parte del Gobierno regional”.
El encierro en el CIBIR era el último recurso de estos profesionales que no aceptan la decisión adoptada por el Ejecutivo riojano porque supone, en la mayoría de los casos, la congelación salarial para el resto de la vida laboral y la equiparación de titulaciones de alta especialización técnica a los niveles mínimos reconocidos en la administración, es decir, hay trabajadores licenciados con veinte años de antigüedad que pasarán a pertenecer a un grupo D.
En estos momentos, todo sigue en el aire porque a lo largo de esta mañana la consejera de Administración Pública, Concepción Arruga, ha prometido reunirse con estos profesionales.
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