Salir de La Rioja en busca de oportunidades

Salir de La Rioja en busca de oportunidades

Rioja2

0

Buscar una salida. Como si fuéramos prisioneros en un laberinto. De esa manera nos ahoga la crisis. Al margen de lo que quieran o puedan hacer las administraciones, cada uno de nosotros sabe que tiene que buscar su propia salida. Para muchos jóvenes, ese horizonte comienza exactamente donde acaban nuestras fronteras. Libres de cargas familiares y económicas, deciden probar suerte en otros países dando por hecho que el suyo propio solo puede ofrecerles una herencia injusta de paro y precariedad. Se calcula que unos novecientos jóvenes riojanos han dado este paso a lo largo del último año. Algo está pasando.

Pero algo más profundo aun está pasando cuando no son sólo esos jóvenes los que buscan oportunidades fuera de su tierra. Profesionales de muy diversos sectores ven cada día la necesidad de buscar esa salida. Los años de trabajo, la probada valía profesional, el prestigio logrado… todo eso no cuenta cuando las puertas empiezan a cerrarse, el consumo cae en picado y la actividad económica desciende hasta límites asfixiantes.

Hablamos de los autores de algunas de las principales obras que existen en La Rioja. Hablamos de profesionales riojanos reconocidos y galardonados que, sin embargo, tienen que salir fuera para hacer eso que llevan tantos años haciendo: trabajar.

Jesús Marino Pascual (Arquitecto): “Para que te hagan un encargo te tienen que conocer, eso es lo más difícil del desembarco”

Tras la paralización casi completa de la actividad residencial y el descenso paulatino de los concursos públicos a partir de 2007, uno de los principales arquitectos de La Rioja, Jesús Marino Pascual, comienza a perfilar una nueva andadura. Por su experiencia como conferenciante en diversos lugares del mundo, elige Brasil para instalar un estudio satélite del que tiene aquí en Logroño. No es fácil instalarse en un país proteccionista donde además, todo es nuevo, hasta el idioma. El primer reto, y la primera dificultad, es rodearse de un buen equipo de socios y colaboradores para ir estableciendo las redes necesarias.

Por suerte los primeros encargos llegaron pronto y ahora ya están ejecutando un proyecto turístico de 120 viviendas y trabajando en otras sesenta en el litoral norte del estado de Sao Paolo. “Todo es muy complejo, a veces incluso caótico. El rol del arquitecto no es el mismo allí que aquí. Nosotros tenemos una formación más sólida, allí hay que contar con todo un equipo multidisciplinar”.

Por el camino muchas dificultades y una importante inversión, pero por delante también todo un mundo de oportunidades que ahora mismo aquí son impensables. Marino Pascual ve las cosas complicadas. “Esto pasará pero va a tardar mucho en volver el optimismo económico. Se han hecho mal muchas cosas, sobre todo la gestión crediticia y bancaria a todos los niveles. También muchas cosas bien al calor del dinamismo económico que ahora pueden ser criticadas, pero ahí están”.

Rubén Eguiluz (Ingeniero): “De pronto todo estalló y salir fuera, más que un deseo, se convirtió en una necesidad imperiosa”

Los países de habla hispana se han convertido en el mejor mercado de trabajo para este ingeniero riojano. En los últimos dos años ha llevado a cabo diversas conducciones hidráulicas en países como Guatemala, El Salvador, Panamá, Colombia, Perú o Chile. La vuelta definitiva a España todavía la ve lejos porque en su opinión “hemos desaprovechado la crisis y aun queda una larga decadencia. Todos los gobiernos han mantenido sus estructuras no productivas cargando todo el peso sobre la economía productiva”. En concreto, en La Rioja, “practicamos demasiado la autocomplacencia y el 'aquí se vive como en ningún sitio', algo que podría ser verdad si fuéramos más críticos porque tenemos una base estupenda”, asegura.

Sus viajes laborales arrancaron en 2012 cuando empezó a trabajar en una empresa con vocación internacional, aunque ya desde 2008 el trabajo empezaba a escasear. “Desde niño pensé que me gustaría trabajar en el extranjero pero aquí había trabajo abundante hasta 2007. De repente todo estalló y salir fuera se convirtió en una necesidad imperiosa”, afirma. “Ahora hacemos de la necesidad virtud pero al menos lo hacemos”.

José Antonio Fernández (Arquitecto): “Surgió la oportunidad y la tomé, como una excursión hacia lo desconocido”

Este arquitecto riojano se decidió a dar el paso hace un par de meses. Tras un año de caída de actividad en su propio despacho, y tras barajar en un primer momento la opción de Sudamérica, le llegó la oportunidad de la mano de uno de los más ambiciosos proyectos que se están llevando a cabo ahora mismo en el mundo: la construcción del metro de Riyadh en Arabia Saudita. Una obra faraónica de más de 6.000 millones de inversión en la que forma parte del equipo de Project Managers.

Nunca se había planteado dar un paso así y ahora que lo ha hecho, lo personal es lo que más pesa “porque no depende de una actitud racional que se pueda controlar”. Cuenta Fernández que hasta ahora miraba con tristeza a todos esos jóvenes brillantes que no encontraban en España la posibilidad de mostrar su capacidad y los veía como víctimas de “nuestra mala gestión de los recursos”. Pero ahora son incluso “brillantes profesionales” los que han tenido que salir a buscar trabajo fuera de casa para poder mantener parte de las importantes infraestructuras que habían conseguido crear aquí.

Aun así es optimista y confía en los ciclos. “Creo que este año ha sido el momento valle y en poco tiempo veremos un cambio hacia una nueva cima”, asegura. Para ello es fundamental en su opinión mantener la confianza en nuestra capacidad. En esta experiencia está aprendiendo que nuestra forma de trabajar es diferente pero no peor, aunque cree importante incorporar lo que esa cultura de los manager nos puede aportar. En lo personal, sigue valorando si quedarse o no en Riyadh hasta el final del proceso. Se da hasta final de año para tomar decisiones: quedarse, volver, o incluso seguir recorriendo el mundo.

Miguel Olano (Tenor): “Lo mismo sucede en Niza, que en Madrid, que en Roma”

El caso de Miguel Olano es distinto. Él sabe muy bien lo que es trabajar fuera de España. Su carrera arrancó en Italia mucho antes de la crisis, hace ya veinte años. Lo que sí ha notado en estos últimos tiempos es un alarmante descenso en los actos culturales en toda Europa y en el mundo en general. Incluso en el sur de Francia ha descendido notablemente el flujo migratorio que hasta ahora llegaba del norte de Europa. Sólo Asia queda totalmente ajena a esta crisis.

Los principales cambios, para Olano, se perciben en la calle. Cada vez que vuelve a La Rioja encuentra todo más parado y vacío, “antes había muchos más locales y más gente por la calle”. También le llama la atención al tenor la propia mentalidad de la gente, especialmente de las nuevas generaciones. “Antes, con trece o quince años no te planteabas el dinero que ganaban tus padres, ahora los chavales ven las cosas, todo es muy permeable y tienen muy claro que tendrán que buscarse la vida, posiblemente fuera de aquí”.

Etiquetas
stats