Uno de los agentes heridos por ETA: “Tuvimos que salir del coche porque sin nos freían a tiros”

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Uno de los agentes heridos en el tiroteo que se produjo en el Alto de Herrera (Álava) entre etarras y miembros de la Ertzaintza en 2003, ha declarado ante el tribunal que enjuicia al etarra Urtzi Gainza que todo ocurrió “muy rápido” y que sintió los impactos de las escopetas en la cara.

“En la oscuridad al principio de la noche no veíamos nada. Dos personas comenzaron a dispararnos. No dije ni buenas noches. Fue todo muy rápido y comencé a sentir los impactos de las escopetas en la cara. Me quedé aturdido”, ha relatado uno de los ertzainas que acudieron al lugar del atentado, durante el juicio celebrado ante la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional.

Al relatar la emboscada tendida por los terroristas el 14 de septiembre de 2003, en la que falleció el etarra Arkaitz Otazua, el agente ha recordado que salió del coche porque si no “les freían” (a tiros).

Según otro ertzaina, la patrulla acudió al lugar porque recibieron el aviso de que un coche policial “tenía problemas” y cuando accedieron al mirador observaron un vehículo cruzado en la calzada que impedía el paso y que lo habían colocado los terroristas simulando un accidente.

“Encontramos a un compañero herido en el brazo dentro del vehículo. Observé que había un coche con las luces encendidas. Mientras me acercaba encontré una pistola y un móvil”, ha asegurado otro de los agentes de la Policía Autónoma vasca, que ha añadido que descubrieron a dos personas atadas a un árbol.

Una de esas dos víctimas ha recordado en la vista oral que los etarras se presentaron ante ellos, se identificaron como miembros de ETA y les enseñaron las pistolas a 20 centímetros de sus cabezas.

“Nos dijeron que teníamos que acompañarles. Nos iban a esposar a un árbol y que en una hora o dos vendría la Ertzaintza a liberarnos. (...) Después oímos jaleo y a la media hora un tiroteo bastante intenso. Después, alguien con gritos de dolor pedía una ambulancia, y luego hubo calma hasta que escuchamos unas emisoras”, ha asegurado la otra víctima.

En el lugar de los hechos se hallaron varias armas y restos de munición con muestras de ADN, que fueron comparadas con las localizadas en los objetos incautados en el piso donde se había alojado el comando en Entrena (La Rioja) y en el domicilio familiar del acusado en Bilbao, y tras su cotejo se confirmó que eran de Gainza.

El acusado, que se enfrenta a una petición fiscal de 76 años de cárcel, se ha negado a contestar al Ministerio Público y a preguntas de su defensa ha asegurado que él no formaba parte de la banda terrorista y que tampoco participó en los hechos.

En el juicio ha testificado Asier Mardones, ya condenado por estos hechos, que ha reconocido que era miembro de ETA, aunque ha negado que Gaizna formara parte del grupo y ha alegado que la Policía le obligó a decir su nombre bajo torturas.

Según el escrito de conclusiones provisionales de la fiscal Rosana Lledó, el acusado integraba el “comando Ezkaurre” de ETA junto al fallecido Otazua, Mardones y Josune Oña, condenada también esta última por estos hechos.

El juicio se reanudará mañana a las 10.00 horas.

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