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Opinión - Vivir sobre un polvorín. Por Rosa María Artal

Energía eólica marina, clave para la independencia energética

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La fuerza del viento en España cobra importancia cuando conocemos datos que revelan que uno de nuestros mayores problemas es el de la dependencia energética, mayor que la de otros países como Francia. Nuestro país importa hasta un 80% de la energía que consume y, a menudo, no caemos en la cuenta de que la solución la tenemos a mano.

Hasta ahora nuestro país se ha consagrado como el segundo país europeo en potencia eólica instalada en tierra firme y el cuarto en el mundo... y esta carrera no puede quedar ahí. Porque pensar en energía eólica en el mar es pensar en España, vivimos rodeados de costas con rachas de viendo que superan los 120 ó 140 kilómetros por hora.

Si aprovechamos estos recursos naturales, según un estudio de la Comisión Europea, podría haber al menos 25,52 gigavatios de eólica marina instalada en el año 2020, el doble de la terrestre, justo en el año en que se habrían de cumplir los objetivos europeos de consumir un 20% de renovables del total de la energía primaria.

El primer parque eólico marino podría llegar entre 2012 y 2014 si el Real Decreto-Ley de moratoria a las energías renovables no lo impide. En principio, este proyecto ya tiene empresas españolas como Acciona, Capital Energy o Gamesa pendientes de propuestas, pero también advierten que trasladarán parte de estos proyectos al extranjero por el parón de las renovables.

Según apunta la Asociación Empresarial Eólica, en 2020 habría unos 4.000 MW de potencia instalada a lo largo de 4.000 kilómetros de costa en los que se proyectan 73 áreas eólicas marinas. Las principales candidatas a albergar estos futuros parques eólicos son junto a Galicia o Canarias, las provincias de Cádiz, Tarragona y Murcia.

De ahí la importancia de profesionalizarse en este sector, un nicho de mercado laboral próspero y con un futuro sólido, porque habría que trabajar en las instalaciones, desde el mantenimiento a la distribución de la energía, por ello también es crucial la apuesta educativa que ofrece España en montaje, logística, operación y mantenimientos de parques eólicos en centros líderes del sector como SEAS Estudios Superiores Abiertos.

De esta manera, si las grandes empresas mantienen sus compromisos ante la adversidad de no contar con ayudas públicas y sigue en pie el apoyo de entidades como SEAS, Estudios Superiores Abiertos, la formación e investigación en renovables está asegurada. No debemos olvidar que la energía eólica en el mar también contribuye a frenar el cambio climático y contamos con la materia prima y los mejores centros para evitarlo.

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