Los ganaderos podrán dejar los animales muertos en el campo bajo un control

EFE

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Los ganaderos riojanos tendrán una mayor libertad para dejar sus animales muertos en el campo, en lugares donde la población de buitres esté justificada y de una manera controlada, lo que les permitirá abaratar costes al no tener que pagar por el servicio de retirada de cadáveres.

El consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Iñigo Nagore, ha anunciado, en una entrevista, la creación de nuevos muladares y zonas especiales para facilitar la alimentación de los buitres en La Rioja.

Transcurridos diez años de la crisis de las “vacas locas”, el Gobierno de España ha aprobado un real decreto que regula nuevos espacios para alimentar la población de especies necrófagas allí donde esté justificado, al apreciarse que poco a poco va desapareciendo el riesgo de propagación de aquella enfermedad.

Nagore reconoce que la creación de estas nuevas zonas también ha despertado gran interés entre los ganaderos, tras la aprobación, el pasado 11 de noviembre, de un Real Decreto que regula la alimentación de determinadas especies de fauna silvestre.

Porque este decreto abre nuevas posibilidades a la utilización de cadáveres de animales en condiciones naturales y adecuadas desde el punto de vista sanitario y ecológico.

La Consejería de Agricultura de La Rioja ha convocado a la Mesa Ganadera el próximo 12 de diciembre para tratar esta cuestión, informar de los detalles de la nueva disposición normativa y consensuar las zonas de protección para alimentar especies necrófagas que han de ser designadas por las comunidades autónomas.

En este sentido, Nagore matiza que serán los técnicos de la Consejería quienes van a estudiar la delimitación de las zonas que pudieran ser favorables de convertirse en áreas en los que alimentar a las aves necrófagas e, incluso, estudiar la posibilidad de crear nuevos muladares o comederos vallados, que seguirán funcionado como hasta ahora.

El consejero ha precisado que esas áreas serán siempre aquellas en las que no se desarrolle un aprovechamiento ganadero intensivo.

Actualmente, los cuatro muladares existentes están en Igea, Cabretón, Turruncún y Santo Domingo de la Calzada.

El consejero insiste en que este nuevo decreto se ha aprobado después de comprobarse que no ha habido problemas con la alimentación de las especies necrófagas y para garantizar su preservación, ya que algunas están en peligro de extinción.

Íñigo Nagore asegura que el peligro de propagación de las “vacas locas” no ha desaparecido, pero recalca que el riesgo va desapareciendo poco a poco y los ganaderos de explotaciones extensivas pueden ver abaratados sus costes por el pago de la recogida e incineración de las reses muertas por causas naturales en sus explotaciones, siempre que se mantengan los controles.

La tasa que paga el ganadero por la retirada del cadáver oscila entre los 0,08 y los 2,22 euros, según la especie.

El sistema de recogida y destrucción, en el que el Gobierno de La Rioja invierte anualmente 1.100.000 euros, funciona “muy bien” en La Rioja, de manera que todo animal que se muere en un explotación por causas naturales es recogido e incinerado y se le somete a la prueba de la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB).

Hasta ahora, se ha permitido el establecimiento de muladares en algunos puntos, de forma que algunas explotaciones autorizadas pueden dejar sus animales muertos para que los coman los buitres.

Así, 23 ganaderos depositan sus reses muertas en el muladar de Igea, nueve en el de Cabretón y uno en el de Turruncún, aunque en este último la Consejería prepara también la ración para las necrófagas.

En el caso del muladar de Santo Domingo de la Calzada, no está habilitado para ganaderos, ha detallado Nagore.

El consejero ha insistido en que el sistema de recogida seguirá funcionado porque “nunca se permitirá esta práctica en explotaciones ganaderas intensivas, que es donde se produce la mayor parte de muertes naturales de animales”.

El pasado año, en La Rioja se retiraron 26.181 animales muertos de las explotaciones riojanas, de los que 12.508 fueron de ovino, 9.210 porcino, 2.710 vacuno, 1.486 caprino y 267 de equino.

Además, se retiraron 313,8 toneladas de aves muertas, 46 de conejos y 25,5 de otras.

Nagore ha calificado de “muy bueno” el estado sanitario de la ganadería riojana, ya que a lo largo de 2011 “solo se ha registrado un foco de tuberculosis bovina y una oveja positiva a brucelosis”.

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