La Casa de la Inquisición incumplía la normativa como museo, según el Ayuntamiento

El concejal de Desarrollo Urbano de Logroño, Pedro Sáez Rojo, ha asegurado que la Casa de la Inquisición incumplía la normativa autonómica para albergar un museo, por lo que se decidió ceder el edificio a la Universidad de La Rioja (UR).

En una rueda de prensa, ha insistido en que esta decisión dará más vida cultural a esta zona del Casco Antiguo y, además, se cumple con una de las medidas incluidas en el programa electoral del PP, que prometió ceder un espacio céntrico a la universidad.

Sáez Rojo ha rechazado así las declaraciones del concejal socialista Carlos Navajas, quien afirmó el pasado viernes que esta cesión denota la falta de política cultural de la alcaldesa, Cuca Gamarra (PP).

Según un informe elaborado por el arquitecto redactor del proyecto de la Casa de la Inquisición, en marzo de 2010 se tuvo que cambiar la denominación de museo por sala de exposiciones.

El documento, facilitado por Sáez Rojo, precisa que “el motivo del cambio de denominación se debe a que el programa de necesidades no prevé espacios para la catalogación, conservación y restauración de las colecciones”, según recoge la Ley de Patrimonio Cultural, Histórico y Artístico de La Rioja.

Además, “nunca ha habido nada que exponer en este edificio, ya que los elementos que se colocaron durante las jornadas de puertas abiertas se pusieron de manera anecdótica o accidental”, ha censurado.

El edil de Desarrollo Urbano ha recordado que este edificio, cuya rehabilitación costó 1,7 millones de euros, albergará la sede de la Fundación Dialnet, además de ofrecer otros servicios universitarios.

Dialnet es un sistema de navegación sobre producción científica en español con el que colaboran 55 universidades, que cuenta con más de 815.000 usuarios de 90 países y que ha recibido 25 millones de visitas a su página web en lo que va de año.

Con estos datos, se logrará otro compromiso electoral del PP, que es convertir Logroño en la capital del español, ha agregado.

El Ayuntamiento, como propietario del edificio, asumirá un gasto de 50.000 euros para adecuar las instalaciones y habilitar despachos, casi el doble de lo que costaron las dos lámparas instaladas en el vestíbulo.

Sáez Rojo también ha criticado las “batallas” de Navajas a favor de este museo, cuando era un proyecto adscrito a la unidad de Casco Antiguo -cuyo responsable era Ángel Varea (PR)- y no a la suya, que era Cultura durante el anterior mandato.