El escritor riojano Andrés Pascual regresa con su novela 'El haiku de las palabras perdidas'

Rioja2

0

El escritor logroñés Andrés Pascual acaba de lanzar al mercado su tercera novela, “El haiku de las palabras perdidas” (Plaza y Janés), una historia de amor situada en Japón en dos épocas distintas, y con el riesgo nuclear como telón de fondo.

Pascual (Logroño, 1969), autor de “El guardián de la flor de Loto”, de la que se han publicado 100.000 ejemplares, relata en su última obra la pasión amorosa de una pareja, ella japonesa y él holandés, truncada por la explosión de la bomba atómica el 9 de agosto de 1945.

Esta historia de amor, tan mortal y violentamente reventada con la segunda de las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos, discurre en la novela de forma paralela a otra que se desarrolla en el Japón moderno, entre la nieta de una víctima de Nagasaki y un joven occidental, y permite al autor iluminar el eterno debate sobre la energía atómica sus ventajas y sus riesgos.

Pascual, que en una entrevista con EFE se confiesa como un hombre romántico que se emociona hasta la lágrima cuando escribe sus historias, supo que había dado con el germen de su última novela cuando visitó el Museo de la Bomba Atómica.

El escritor riojano, que admite sabía “poco o nada” sobre las bombas atómicas y sus efectos, se quedó impresionado de los efectos de la explosión del artefacto nuclear pero aún más, señala, de la ausencia de odio en el pueblo japonés tras la tragedia, de la fortaleza moral que le permitió contarlo desde un punto de vista positivo.

Pascual afirma que en el mismo momento que salía del museo de Nagasaki supo que tenía que escribir una novela sobre la tragedia atómica, así se lo dijo a su mujer y el libro esta ya en las librerías españolas y lo estará pronto en las de Italia, Brasil, Portugal y Corea, países que han comprado los derechos.

“Me sentí en deuda con las víctimas pero sobre todo con los supervivientes”, asegura Pascual, quien se informó a fondo sobre los sufrimientos de aquellos que sobrevivieron a la explosión atómica pero sufrieron en sus carnes las consecuencias de la radiactividad posterior.

Pascual, que es abogado, pero también músico rockero, pintor, animador cultural y viajero impenitente, afirma que ser escritor es “el mejor regalo” que la vida le ha podido dar porque es “capaz de poner sobre el papel las cosas que nunca hubiera dicho de viva voz” y no siente pudor al decirlas “después de haberlas visto escritas”.

Autor también de “El compositor de las tormentas”, recuerda que finalizó su novela “El haiku de las palabras perdidas” casi en las mismas fechas del terremoto, posterior maremoto y crisis nuclear de Fukushima que causó más de 20.000 muertos.

Esta coincidencia actualiza el núcleo de la novela, el debate sobre la energía nuclear en un país como Japón que ha sido siempre mayoritariamente pronuclear, forzado seguramente por sus necesidades de energía, sus carencias de combustibles fósiles y sus compromisos de reducción de gases de efecto invernadero.

En este escenario viven su pasión una nieta de víctimas de Nagasaki y un joven arquitecto suizo defensor de la energía nuclear: el conflicto está servido.

Pascual afirma que si sus historias ocurren en escenarios lejanos -Tibet, Madagascar, Japón- es porque apuesta por sumergirse “en culturas y formas de pensar distintas, para tener un abanico de respuestas mas amplias” a los problemas que se plantea para “huir del maniqueismo”, en este caso sobre la energía nuclear.

Reconoce que la España actual, sumida en la crisis, la recesión y el paro, también puede ser un excelente escenario para una novela, pero afirma que no tiene tiempo de analizar la situación actual de España y no seria capaz de cuajar un relato en este contexto.

El escritor riojano cree que necesita escribir sobre asuntos que le emocionen y transmitir la misma emoción a sus lectores y le emocionaron el Tibet y Japón a igual que le emociona la novela que está escribiendo ahora cuyo argumento no desvela, aunque adelanta que será “una sorpresa” para sus lectores.

Confiesa que fue “Opium”, del escritor valenciano Jesús Ferrero, que leyó en los años 80, el libro que siempre le hubiera gustado escribir y el que le animó a ser escritor y que ahora es Haruki Murakami y su “1984” su libro de cabecera, por aquello de imbuirse del espíritu japonés.

Respecto al futuro del libro tradicional y su virtual pelea con el electrónico y las descargas en internet, Pascual confía en que ambos formatos convivirán sin problemas, que es una cuestión de reglamentación y de articular sistemas de compra sencillos que eliminen la tentación de infringir la ley porque la gente quiere pagar, aunque “un precio justo acorde con el coste

Etiquetas
stats