Cierre triunfal de feria

Séptima y última de feria. Se han lidiado seis toros de Luis Terrón, reglamentariamente despuntados y de buen juego excepto el quinto, parado y soso, para los diestros Pablo Hermoso de Mendoza, silencio y oreja, Sergio Domínguez, silencio y silencio y el debutante Leonardo Hernández, dos orejas y oreja con dos vueltas al ruedo. Tres cuartos de entrada en tarde agradable.

Pablo Hermoso de Mendoza en su primero hizo una faena más clásica

sobre sus monturas, citando con Manolete por los adentros, dejando buenos rejones de castigo y banderillas a lomos de Dalí muy vistosas y ajustadas. Toreó de costado y finalmente se adornó con Pirata, con el que mató a la segunda con buen rejonazo.

Por su parte en el cuarto, Hermoso salió a darlo todo tras el triunfo cosechado por Leonardo, parecía que estaba empezando en esto, faena más vistosa de cara al público, la culminación de una gran faena vino a lomos de Chenel con el que realizó quiebros por los adentros cambiándole el sentido de embestida. Con el descaro de Ícaro puso buenos pares de banderillas para terminar con las cortas a dos manos montando a Pirata. Le dio un rejonazo, y descabelló a pie. Oreja.

Sergio Domínguez ante un muy buen ejemplar de Luis Terrón ha estado a la altura, agrupándose bien con las monturas ante el astado. Lo mejor vino a lomos de su caballo estrella Gallito, con el que colocó banderillas y levantó al público por la espectacularidad de la montura. Falló con el rejón de muerte y se silenció su faena. Ante el quinto, un toro parado, lo recibió a portagayola con la manta de su grupa pero sin lucimiento por la condición del astado. Montando a Berceo le colocó banderillas con brillantez y lo mejor en este segundo vino a lomos de Quilate agrupándose bien en las banderillas. Tras un pinchazo y media, descabelló también a pie. Silencio.

Con Leonardo Hernández vino la apoteosis esta tarde en la plaza. Nos dio todo un recital de toreo a caballo tanto clásico como heterodoxo. En su primero colocó dos buenos rejones de castigo con su caballo de salida Espartaco, para realizar múltiples piruetas y templar la embestida toreando de lado con Oh31 para llegar al culmen de la faena a lomos de Xarope poniendo a la grada literalmente en pie con un par de banderillas cortas puestas al violín.

Mató a lomos de Humorista con un rejonazo certero. Dos orejas. Por su parte en el sexto y con un toro menos colaborador realizó una faena de igual o más calidad que la primera, poniendo las monturas en sitios inimaginables a lomos de Duque y Verdi. Esta vez con Xarope puso banderillas a dos manos que volvieron a levantar al respetable mientras las palmas echaban humo. Para terminar otra vez con dos banderillas cortas al violín.

De nuevo un rejonazo de escándalo. Y de escándalo fue la decisión presidencial que se negó a conceder la segunda oreja tanto o más merecida que la de la primera faena. Oreja para Leonardo con dos vueltas al ruedo y puerta grande.

Gran bronca al presidente para terminar la feria. Incomprensible su actitud. Y ya de paso decir que para ser realmente justos en esta feria sólo debería haber un presidente , para tener el mismo calibre ante diferentes situaciones, bien sea para bien o bien sea para mal, pero por lo menos es el mismo, y no que son dos personas, dos criterios, porque seguro que no piensan igual ante la misma faena.

Y como anécdota también hoy se cortó la coleta el subalterno de Sergio Domínguez, Vicente Núñez.

Rubén R. Casas