EA apela a la unidad de los abertzales para ganar el 20-N

El secretario territorial de EA en Navarra, Maiorga Ramírtez, ha apelado hoy a la unidad de los progresistas abertzales para ganar en las elecciones de noviembre, una opción “real” de la que han hecho una lectura “muy acertada” UPN y PP.

Ramírez ha hecho estas declaraciones a los medios de comunicación al inicio de una jornada de trabajo de EA en un “contexto histórico por las posibilidades de conseguir una paz y una normalización definitivas y los avances importantísimos en el proceso de unificación y búsqueda de sinergias entre abertzales progresistas”, ha dicho.

En este sentido ha subrayado que “la derecha navarra, foral y española hace una lectura política muy acertada de las oportunidades” de los abertzales para ser “la primera fuerza política” de Navarra, y de ahí el acuerdo electoral “expres”, “casi a la desesperada”, al que han llegado UPN y PP para concurrir juntos el 20 de noviembre.

Y es que, según Ramírez, ese día en Navarra “va a haber dos opciones política: la que representa la derecha y la de los hombres y mujeres abertzales y de izquierdas que creen en el cambio político y están convencidos de que el cambio está en marcha”.

Por eso EA quiere que los ciudadanos que “apuestan por otro modelo, que quieren la paz y la normalización, que no están de acuerdo con las medidas económicas que se imponen desde Madrid y que quieren que este pueblo pueda tomar sus propias decisiones” cuenten en las urnas con una opción “con la suficiente fortaleza para ganar a la derecha”.

Eso exige, ha precisado, un esfuerzo de todos “para buscar sintonías, dejar de construir obstáculos artificiales y dejar a un lado personalismos y partidismos” porque no se puede responder al pacto UPN-PP con “la atomización y la enfatización de las posibles diferencias”.

Maiorga Ramírez ha pedido así a las fuerzas políticas navarras afectadas por este objetivo que hagan un análisis “a la altura de la circunstancias” y “conscientes del rango histórico que tienen estos momentos”, para anteponer lo que une a lo que separa cuando las opciones de ganar las elecciones “son reales”.