El “efecto llamada” pierde fuerza entre los temporeros por la crisis

EFE

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La crisis económica y el aumento del paro en La Rioja aminoró el pasado año el “efecto llamada” de los temporeros para trabajar en las campañas agrícolas de la Comunidad, situación que se ha repetido este año en la recogida de la fruta y que se prevé que se acentúe en la vendimia.

Así lo han explicado la secretaria de Organización de la Federación Agroalimentaria de UGT de La Rioja, Ana Vaquero, y en el departamento de Temporeros de Cáritas, que este año ha desplegado a ochocientos voluntarios para atender a los temporeros que acuden a las campañas agrícolas de la región, en especial, la vendimia.

El pasado mes de agosto, en plena campaña de recogida de la fruta en Rioja Baja, el paro disminuyó en 242 personas en la agricultura, caída que la Federación Agroalimentaria de UGT atribuye a la contratación de mano de obra de las listas del INEM en la Comunidad, informa Ana Vaquero.

La según esta Federación, debido a la movilidad de los temporeros, se calcula que unos 500 temporeros se desplazaron a La Rioja a trabajar en las campañas agrícolas, cifra que este año se prevé sea inferior por el recrudecimiento de la crisis y el aumento del desempleo en la Comunidad, detalla Ana Vaquero.

Según Cáritas, el pasado mes de agosto, más de 200 temporeros fueron atendidos en Alfaro y Rincón de Soto dentro de la recogida de la fruta.

Cáritas y la Federación Agroalimentaria de UGT convienen en que el incremento de la mano de obra de trabajadores de La Rioja también hace prever una aminoración de las mafias de cara a la vendimia.

La Federación Agroalimentaria de UGT no recibido este año quejas respecto a la existencia de mafias en las campañas de la fruta, aunque ha recalcado que es una cuestión “muy difícil de controlar”, ya que el trabajador, en la mayoría de las ocasiones, se ve amenazado y coaccionado por el subcontratador, explica Ana Vaquero.

A este respecto, en el Departamento de Temporeros de Cáritas precisan que una de las funciones que tienen asignados los voluntarios repartidos por las distintas localidades que acogen temporeros, entre ellos Logroño, es alertarles sobre las mafias de subcontratación.

También les informan de sus derechos y obligaciones y se les proporciona ropa y manutención, en colaboración con los ayuntamientos de las localidades.

Ambas fuentes también coinciden en que los agricultores cada vez emplean más a familiares de hasta segundo grado de consanguinidad, lo que reduce el coste de los salarios.

A esta circunstancia, se añade que las grandes explotaciones están mecanizadas o semimecanizadas en su mayoría, lo que también reduce la mano de obra y en muchas ocasiones, sobre todo en vendimias, las cuadrillas repiten de años anteriores.

Además, la mano de obra extranjera que se contrata son personas que residen en La Rioja, incluso desempleados, lo que evita al agricultor la necesidad de tener que proporcionarle alojamiento, como exige el artículo 24 del convenio agropecuario.

Este año la llegada de temporeros a La Rioja se ve afectada por el problema de contratar a mano de obra de Rumanía, ya que, de acuerdo con la normativa, el trabajador de aquel país que al 22 de julio último no estuviera dado de alta en la Seguridad Social, inscrito como demandante de empleo o cobrando subsidio de desempleo no puede ser contratado.

La secretaria de Organización de la Federación Agroalimentaria de UGT subraya que las organizaciones agrarias informan a los agricultores de este requisito para evitar ser sancionados.

Respecto a salarios, Ana Vaquero recuerda que el convenio agropecuario está congelado desde 2009, cuya tabla salarial fija 7,45 euros brutos la hora para el peón.

Según la Federación, este año, en la recogida de la fruta, la Federación ha detectado casos en los que se ha pagado por debajo de lo establecido en el convenio, aunque, en general, y en especial en grandes explotaciones de uva, se paga lo estipulado, concluye la secretaria de Organización.

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