ARAG-Asaja alerta de la gravedad de la sequía en el viñedo de Rioja Baja

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El presidente de ARAG-Asaja, Javier Rubio, ha alertado del grave “estrés hídrico” que sufren algunas zonas de viñedo, sin posibilidad de riego, de La Rioja Baja por la sequía, situación podría mermar la cosecha si no llueve antes de la vendimia.

Rubio ha explicado que hay municipios en los que la práctica totalidad del viñedo acusa un “estrés hídrico” importante como Arnedo, Tudelilla, Bergasa, Quel, Cabretón o, incluso, Autol, donde un 60 por ciento de la planta registra déficit de agua.

Según el presidente de ARAG-Asaja, la sequía se acusa en las zonas donde no hay regadío, ya que en el resto los viticultores apuran hasta el próximo día 15 de agosto, fecha en la que expira el plazo de autorización de riego estipulado por el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Calificada Rioja.

A partir de esa fecha, sólo las zonas en regadío podrán realizar una petición al Consejo Regulador para riego siempre que sea un mes antes a la cosecha.

Rubio ha explicado que la previsión de producción de la cosecha de 2011 es inferior a la del año anterior -395 millones de kilos (375 amparados)- y, por ello, la planta está aguantando mejor en zonas más propicias para el viñedo, pero no así en las de ladera.

En el resto de la Denominación, la situación vegetativa de las viñas, según ARAG-Asaja, es de normalidad, aunque, en general, presenta un adelanto en la maduración.

Este año, de acuerdo con las circunstancias de esta campaña, el Consejo Regulador ha fijado para la próxima vendimia un rendimiento máximo amparable de 6.500 kilos por hectárea para variedades tintas y de 9.000 por hectárea para variedades blancas.

En atención a las condiciones climatológicas que puedan incidir al final del ciclo vegetativo del viñedo, en esta campaña el límite máximo para la entrega en bodega de uva que supere el rendimiento máximo establecido será del 10%.

Una vez entregado el rendimiento máximo amparable, el viticultor podrá hacer entrega de hasta un 10% más de producción de uva tinta (650 kilos por hectárea) y de uva blanca (900 kilos por hectárea) por encima del rendimiento máximo amparable.

Los rendimientos máximos de producción autorizados se contabilizan de forma separada e independiente para variedades tintas y blancas, procediéndose a la descalificación del total del rendimiento de aquellas parcelas con producciones excesivas no contempladas en el Reglamento.

En este contexto, el presidente de ARAG-Asaja ha precisado que su organización votó a favor de la propuesta presentada por la Presidencia del Consejo, y que permitió que prosperase, porque llevaba implícita un control de las uvas blancas.

Rubio ha precisado que fue un acuerdo en el que “nadie quedó satisfecho” y ha recalcado que esta organización apoya un incremento de entrada de uva en bodega, respecto al límite establecido en el Reglamento, siempre que sea para mejorar la calidad de los vinos.

Para el presidente de ARAG-Asaja, “el gran problema que tiene el viñedo, además de la sequía”, son los precios de las uvas y del vino a granel.

Rubio ha pedido a las bodegas que utilicen la fórmula del contrato tipo para esta próxima vendimia, que “hasta ahora no han utilizado”, porque las perspectivas “no son nada halagüeñas” ante una vendimia que puede ser de calidad y con menos producción.

También ha precisado que a la incertidumbre de los precios se suma la de productores a los que algunas bodegas ya han comunicado que no se hacen responsables de recoger sus cosechas.

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