Hacia el futuro sobre un híbrido

Aunque de momento no son muy frecuentes en España, pronto nos acostumbraremos a ellos. Son los vehículos híbridos sobre cuatro ruedas. Los coches de estas características están proliferando en todo el mundo. No es solo un ejemplo de conciencia medioambiental, sino un concepto de conducción a base de una energía inagotable. Esa meta, cuando llegue, llevará el sello de los vehículos eléctricos. De momento, investigadores y futuros profesionales de la conducción analizan las claves de los híbridos. Joaquín Mora Larramona (Fundación para el Desarrollo de las Nuevas Tecnologías del Hidrógeno en Aragón) asegura que algunas casas de coches ya tienen “muchos modelos”, unos en estado de prototipo y otros ya en pre-comercialización. ¿Cambiará con ello el concepto de conducción?

Híbridos y/o eléctricos. Suenan cada vez con más fuerza, a pesar de ser silenciosos. Los concesionarios aceptan el reto que vienen desarrollando expertos y jóvenes que se apuntan al carro de los estudios de la energía renovable aplicada a la conducción. Sin duda, un amplio campo en el que investigar las posibilidades de aplicar la experiencia del litio o el hidrógeno sobre ruedas.Y, por otro lado, una práctica con la que abandonaremos el acto de repostar en una gasolinera. ¿Se imaginan recargar la batería del coche en el garaje comunitario o en un poste en plena calle mientras trabajamos o realizamos unas compras? Ya es posible y es una realidad.

A pesar de que la situación económica actual no es fácil para el mundo de la automoción, lo cierto es que las autoridades siguen experimentando con las nuevas formas de producción energética siempre desde un punto de vista limpio e inagotable. En plena crisis, estos pequeños gestos se convierten en ejemplos que cunden entre la población y que el día de mañana se transforman en hábitos. Así cuando hablamos de híbrido no nos referimos solamente a un coche o una moto, sino también a bicicletas urbanas, autobuses interurbanos e incluso flotas de vehículos oficiales, como los de la policía neoyorkina, que este verano ha estrenado sus flamantes modelos para dar ejemplo ecológico.

Por un lado, los híbridos constan de dos motores: convencional y eléctrico, que funcionan de distintas maneras. “en paralelo (ambos aportan un par mecánico al tren de potencia) o en serie (el eléctrico mueve el eje de tracción y el convencional hace las veces de generador de electricidad)” Lo pueden hacer. En todo caso, el efecto es el de la producción de una energía más limpia y sostenible.

Los conductores, que son quienes hoy en día toman la decisión de comprar uno u otro utilitario no ven con buenos ojos los vehículos híbridos, porque aseguran que no disponen de la misma autonomía que con un coche convencional alimentado con gasolina. Pero entendida la conducción como tal, Joaquín Mora Larramona (Fundación para el Desarrollo de las NuevasTecnologías del Hidrógeno en Aragón)

señalan que el acto del consumo de combustible es más sencillo ya que “depende de la cantidad de almacenamiento eléctrico que tenga el vehículo”, es decir, “es lo mismo que si nuestro depósito convencional de combustible fuera el doble de grande, entonces tendría doble autonomía”.

El caso es que ya hay prototipos que se han comercializado con los que establecer una comparativa. “Los eléctricos del tipo berlina (a tarifa punta 0,02 km/h) consiguen alcanzar hasta los 150 kilómetros de rodaje”, señalan desde SEAS, un desplazamiento que comienza a ser más que considerable. ¿Pero qué supondría en coste? “Si tomamos este mismo ejemplo, llenarlo de combustible saldría por unos 60 euros para cubrir 500 km, mientras que para esa distancia un eléctrico consumiría sólo 12 euros de más”, en palabras del experto en Renovables, Víctor Manuel Cañadas Beltrán.

Sin embargo, hasta que llegue ese día los conductores tienen que ir haciéndose un cuadro de situación y asumiendo una tecnología que, en el mejor de los casos, culminará en la alimentación eléctrica, por batería o hidrógeno. A medio camino, los vehículos híbridos son la antesala en los talleres de los fabricantes. Los consumidores, por su parte, se asoman poco a poco a esta nueva práctica que permite una circulación sin humos y que no resta confort al vehículo ni prestaciones al acto de conducir. Quizás, valga la pena señalar que el único inconveniente a día de hoy es “la escasa red de infraestructura de recarga de electricidad o hidrógeno”, como apunta Víctor Manuel Cañadas Beltrán.

Hoy en día, como una apuesta firme por los vehículos eléctricos cada son más empresas y centros de estudios los que forman a sus especialistas en la tecnología limpia , que también hace la vida más sencilla al conductor. Éste podrá convertir en un hábito la recarga de su vehículo durante la noche. El tiempo aproximado es de “ocho horas con los de baterías” y “cinco minutos los vehículos eléctricos de pila de combustible de hidrógeno”. Las baterías de litio-ion son una solución eficiente que ya se ha puesto en práctica en electrodomésticos menores y aparatos de telefonía móvil para prolongar su vida.

Ahora mismo no son muchos, pero existen puntos donde recargar nuestras batería del coche para mantener la conducción. Hay ciudades que señalizan aquellos puntos donde enchufar el vehículo y alimentar las baterías de coches, motos o bicicletas. De momento, la autonomía del utilitario básico no es muy grande, pero sí suficiente como para considerar que parte del trayecto sea completamente ecológico y no solo por limpio y no contaminante, sino porque nos evita ruidos, a los que ya nos hemos acostumbrado, pero restan igualmente calidad de vida.

Dar con la tecnología clave es la piedra de toque para sustituir los coches propulsados por combustible y pasar a alimentar al vehículo por una “electrolinera”. Recopilando, en la actualidad se trabajan sobre cuatro modelos posibles: “el híbrido base, el 'enchufable' (que funciona con baterías se recargan con el coche aparcado), el eléctrico de baterías (a través de un motor eléctrico movido por baterías) y el eléctrico de pila de combustible de hidrógeno”. La mejor de todas las opciones será la última en un futuro, cuando podamos repostar de hidrógeno nuestro depósito en apenas cinco minutos para recorrer 400 kilómetros.