El caso Curbelo escandaliza La Gomera

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Aunque en el conjunto del territorio nacional Casimiro Curbelo es un auténtico desconocido, en Canarias pocos hay que no conozcan a este senador, que ha desarrollado casi toda su carrera política en la Cámara Alta. La semana pasada fue arrestado tras protagonizar un altercado en la calle Orense de Madrid acompañado de su hijo. Tras pasar la noche en comisaría y prestar declaración se conocieron los detalles del enfrentamiento entre Curbelo y la policía, una trifulca que ha terminado trascendiendo más allá del Senado. En sus filas han pedido su dimisión, aunque él no se ha pronunciado.

El impacto del escándalo ha sido mayor en La Gomera, su tierra natal y donde comenzó su carrera política aupado por la ola socialista de Felipe González de 1982. En poco tiempo pasó de no ser nadie en política a convertirse en el alcalde de San Sebastián de La Gomera donde ha liderado el socialismo y ha cosechado grandes éxitos para sus filas dentro del PSC. Sin duda, su mayor logro tiene la fecha de mayo de 2007 cuando consiguió el 70% de los votos para su formación, fue el año en que López Aguilar lideró el proyecto insular y venció en las elecciones aunque sin poder formar gobierno finalmente.

Quienes le conocen dicen que podía haberse postulado en algún momento a la presidencia canaria, pero él es un político que se ha hecho a sí mismo y se maneja en las distancias cortas. Es una persona en cierto modo anárquica, que no responde a un patrón de trabajo en el partido, puesto que al tiempo que ha elevado a la categoría de internacional a la isla de la Gomera, a nivel nacional su trabajo ha sido nulo. En el Senado no hay registradas ni iniciativas ni intervenciones, es decir, viaja a Madrid para ocupar su escaño y nada más.

En su tierra, el enfrentamiento con la policía madrileña la semana pasada y las palabras salidas de tono que cruzó con ella han sentado como un jarro de agua fría para una persona que en la pequeña isla occidental canaria es una institución en sí mismo. Curbelo ha convertido el socialismo insular en curbelismo y sus vecinos que lo conocen como alcalde y presidente del cabildo gomero no entienden cómo pudo tener una reacción tan airada. Tiene fama de luchar por los suyos y de sacar los pies del tiesto, sino de ser “dialogante” y “calmado”. Por eso, sus allegados políticos consideran que el encontronazo de la pasada semana fue fruto de un acto que tomó como una encerrona a sus señas de identidad políticas más que a su persona.

Sea como fuere, su curriculum político, aseguran, ha quedado manchado por este incidente que muy a su pesar ha empañado grandes hitos para la Gomera como han sido el de elevar a la categoría de Patrimonio de la Humanidad el silbo gomero o exportar a otros puntos la gratuidad de los libros de textos para los niños de la isla. El Partidos Socialista Canario se mantiene a la espera de saber cuál va a ser su respuesta, si abandonará o no la política después de los sucedido en Madrid hace unos días. Curbelo, por su parte, se ha dedicado a meditarlo estos días en las procesiones que rinden homenaje en su isla a la Virgen del Carmen.

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