El PP piensa en octubre para las elecciones generales

Reconocen que no saben nada, pero en el PP comienza a extenderse la idea de que las elecciones se celebrarán el próximo mes de octubre, y por si acaso, Mariano Rajoy y su equipo se irán de vacaciones sin dejarse ninguna asignatura para septiembre.

Un sondeo con una treintena de dirigentes y diputados del Partido Popular refleja que en esta particular casa de apuestas sobre la fecha de los comicios hay una en alza: finales de octubre, principalmente el día 30.

Todo dependerá, sin embargo, de cuándo decida disolver las Cortes el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero. Por ley, han de transcurrir 54 días desde la jornada de la disolución y la electoral. El 4 de marzo es la segunda fecha más citada, en especial por diputados veteranos del Partido Popular.

Uno de ellos, que conoce a Zapatero desde que éste se estrenó en el Congreso, opina que el jefe del Gobierno intentará aguantar hasta el final porque confía en que los problemas de la economía española poco a poco comiencen a dar síntomas de mejora.

“Para él, sería muy duro abandonar sin que sus medidas den los resultados que él cree que van a dar”, manifiesta uno de estos expertos parlamentarios. Un sector amplio del PP se resiste al adelanto electoral al considerar a Zapatero un presidente que solo tiene en mente el beneficio del PSOE. Según esta lógica, adelantar los comicios perjudicaría las aspiraciones socialistas.

Otro mandatario de larga trayectoria en el PP aporta un matiz distinto: “Zapatero esperará a marzo para que se tranquilice su partido; después del desastre del 22-M, hacer las listas electorales ahora es una locura”.

Sin embargo, los populares observan algunos indicios que apuntan a las elecciones anticipadas.

Fuentes de la dirección del grupo popular en el Congreso notan una “mayor preocupación” del PSOE por acelerar la tramitación de proyectos legislativos antes guardados en un cajón. Advierten también que las hipotéticas alianzas con PNV y CC son menos seguras de lo que parece.

Quizá por ello, estas fuentes estiman que ahora mismo el escenario más plausible es el del adelanto. Los dirigentes y diputados que apuestan por los comicios antes de fin de año encuentran sus argumentos en el Partido Socialista, en el Gobierno, y sobre todo, en los mercados.

Por un lado, coinciden las fuentes, el candidato electoral, Alfredo Pérez Rubalcaba, prefiere el adelanto para aprovecharse de la ola de entusiasmo de la que se ha impregnado su partido tras la proclamación.

Por otro, según la versión de los cargos consultados, las intenciones que pueda tener el entorno de Rubalcaba son hoy por hoy más fuertes que las que pueda tener el presidente del Gobierno, al que ven reacio al anticipo.

Con todo, lo que cree el PP que inclinará la balanza a favor del adelanto es la presión de los mercados. En opinión de las fuentes, el Gobierno no puede soportar convulsiones financieras como la de esta semana, cuando la prima de riesgo superó los 300 puntos y la rentabilidad de la deuda rebasó el 6 por ciento, un registro que hacía mucho tiempo no se batía.

Así que en el partido de Mariano Rajoy quieren hacer en julio sus deberes de todo el verano: el equipo que dirige la campaña y coordina la redacción del programa se ha propuesto ultimar la estrategia y el texto electoral antes de fin de mes.

Además, ha convocado una interparlamentaria en Toledo antes de la Conferencia Política del PSOE, finales de septiembre, y una Convención programática para después.

Sólo un nubarrón asoma en este supuesto adelanto electoral, que es lo que más anhela el PP: el juicio oral al presidente valenciano, Francisco Camps, puede ocurrir entre octubre y noviembre y podría “manchar” la campaña de Rajoy, aunque no reste votos.