El ministro japonés de Reconstrucción para Fukushima dimite en su noveno día de mandato

Ryu Matsumoto, de 61 años, juró su cargo hace tan solo nueve días. En una situación como la actual su Ministerio pasaba por ser el más importante de todo el Ejecutivo nipón, más incluso que el de Finanzas que ha de hacer frente una crisis económica sobrevenida por el hundimiento japonés lastrado desde el 11-M.

El Gran Terremoto, de nueve grados,devastó el noreste japonés y desató una crisis energética sin precedentes. El Gobierno, alarmado por el elevado número de ciudadanos aún desaparecidos y por el coste cifrado en billones de euros, confió hace una semana y media a Matsumoto el desafío de gestionar la crisis, tal y como había prometido el primer ministro japonés hace meses.

Sin embargo, unas declaraciones desafortunadas del ya ex ministro de Reconstrucción le llevaron a presentar en la tarde del lunes su dimisión al primer ministro Naoto Kan. Posteriormente concedió una rueda de prensa en la que detalló su retirada por una actuación que ha sido duramente criticada desde la oposición y también desde algunos sectores del gobernante Partido Democrático (PD). En sus filas, las de esta formación, no faltaron diputados que lo llamaron al orden por las declaraciones con las que se despachó al entrevistarse con los gobernadores de Miyagi e Iwate, las dos provincias más afectas por el terremoto y el tsunami.

Al gobernador de la segunda provincia, Takuya Tasso, le dijo que sólo se ayudaría a aquellos municipios “con ideas”, pero “no a aquellos sin ellas”. Acto seguido reconoció que al pertenecer al sur del archipiélago nipón no conocía bien la realidad de la costa noreste del país, la sacudida por el movimiento sísmico. Por su parte, Yoshirio Murai, gobernador de Miyagi, mostró su enfado por el retraso del ministro a su encuentro.