El Garmin viste de amarillo al noruego Hushovd

EFE

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El noruego Thor Hushovd (Garmin), campeón del mundo de fondo en carretera, es el nuevo líder del Tour de Francia merced al triunfo de su equipo en la etapa cronometrada disputada con salida y llegada en Les Essarts, sobre un recorrido de 23 kilómetros, en la que Alberto Contador, octavo con el Saxo Bank, cedió 23 segundos respecto a Andy Schleck.

Esta vez el maillot arco iris dio suerte a su portador, el gigante de Arendal, quien a los 33 años volvió a ponerse una prenda que ya vistió en el Tour en tres ocasiones, un día en 2004 y dos en 2006. Su equipo, el Garmin, fue el más fuerte en el esfuerzo colectivo y batió por 4 segundos al Sky de Wiggins y al BMC de Cadel Evans, tras marcar en meta 24.48 minutos.

El pronóstico no se inclinó del lado del Leopard del campeón mundial de la especialidad Fabian Cancellara y de los hermanos Andy y Frank Schleck, motivados para meterle tiempo a Alberto Contador, víctima de la montonera de la primera jornada. La escuadra luxemburguesa se conformó con la cuarta plaza a 5 segundos del Garmin.

Contador no sufrió una sangría como la víspera, pero se alejó un poco más de sus directos rivales. El triple vencedor del Tour cedió otros 23 segundos a Andy Schleck, 24 a Wiggins y Evans y 16 al holandés Robert Gesink, que obtuvo con el Rabobank la sexta plaza.

Se presenta ante el madrileño la obligación de “plantear el Tour de otra manera”, ya que sus rivales han tomado una ventaja que no entraba en ningún cálculo previo. En espera de sus opciones, la general la encabeza Hushovd con el mismo tiempo que su compañero británico David Millar y un segundo por encima de Evans, líder real del Tour.

Contador, desde la plaza número 75 de la general, tiene a 1.38 minutos a Andy Schleck, al que sigue considerando “como el rival número uno” y a Wiggins, a 1.41 de Evans y 1.30 de Gesink. Del líder Thor Hushovd a 1.42.

Los equipos españoles no tuvieron su mejor día en la crono de Les Essarts. El Movistar, con el equipo magullado por las caídas en la primera etapa fue decimonoveno a 1.09 del Garmin. Algunos corredores, como Beñat Intxausti, herido en un brazo, bastante tuvieron “con acabar la contrarreloj. El Euskaltel se clasificó último a 1.22, un revés considerable para su líder, el campeón olímpico Samuel Sánchez.

El Saxo Bank de Contador abrió la etapa como último equipo clasificado. Algunos apuros para la escuadra del madrileño desde el principio, ya que perdió a Benjamín Noval en el kilómetro 9. Luego se descolgaron Jesús Hernández, Dani Navarro y el italiano Tosatto, por lo que los hombres de Riis marcaron en meta el tiempo de 25.16 con cinco corredores, el mínimo exigido por el reglamento.

Aguantó la escuadra danesa hasta la llegada del sexto en el orden de salida, el Rabobank de Gesink, Luis León Sánchez, Barredo y Gárate, que superó al Saxo Bank por 16 segundos, una referencia que indicaba que podía suceder cuando partieran los equipos más potentes.

Garmin apareció en meta de la mano de David Millar, Zabriskie y el campeón del mundo Thor Hushovd para convertirse en el primer equipo en romper la barrera de los 25 minutos (24.48).

Artillería pesada desplegada en un recorrido llano, algo corto para el esfuerzo colectivo.

El Sky de los campeones olímpicos de persecución Bradley Wiggins y Ben Swift se puso a 4 segundos, el Radioshack heredero de Armstrong con seis componentes supervivientes de la victoria en la cronometrada por equipos del Tour 2009 (Montpellier) a 10.

Nadie puso superar el tiempo del Garmin, ni el HTC, ganador en el estreno del Giro, una escuadra plagada de esprinters (Cavendish, Goss, Renshaw) y el especialista alemán Tony Martin, ni el BMC de Evans, que se coló en el guión como tercera fuerza.

Una jornada que hizo volver a sus días más felices al veterano Hushovd, un clásico del Tour, donde ha conquistado el maillot verde en dos ocasiones y 8 triunfos de etapa. Un coleccionista de maillots multicolores.

El arco iris obtenido en el Mundial de Australia le regaló suerte en la “grande boucle”. Ahora será un campeón mundial líder del Tour. El año pasado el australiano Cadel Evans vivió esa misma experiencia, y luego se cayó. A tocar madera, y que le quiten al noruego “lo bailao”.

Mañana se disputa la tercera etapa entre Olonne sur Mer y Redon, de 198 kilómetros, primera oportunidad para los velocistas, que deben aparecer para disputar la victoria por velocidad.

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