Zapatero apela al “valor de la política” exigido por el Movimiento 15-M

Un presidente Zapatero en retirada ha comenzado su discurso marcando la gravedad de la situación económica. Como era de esperar no ha habido más anuncios de planes de ajustes o reformas que apunten a la dirección de recortes sociales. El jefe del Ejecutivo, al que han visto más como un político que se despedía como al presidente Zapatero, ha invocado a la unidad y al tan repetido sentido de la responsabilidad de todas las formaciones, pero muy particularmente del Partido Popular. De hecho, en el final de su intervención ha indicado que “gobierne quien gobierne entonces”, tras las elecciones de 2012, debe quedar por encima de todo la necesidad de un “esfuerzo colectivo y la colaboración institucional no han tenido nunca en España más sentido que ahora”. El presidente ha defendido que nuestro país se juega la prosperidad en décadas venideras y que ahora toca “superar una prueba dura, en un contexto europeo e internacional muy complicado. Hay que llegar hasta el final. Y sabremos hacerlo”.

Tal y como se había anunciado, el discurso del presidente ha estado exentos de anuncios, pero no de reivindicaciones al sentido del valor de la política, textualmente palabras que ha dedicado al Movimiento 15-M, al que ha reconocido su protesta, porque “forman parte de la filosofía y no de la patología de nuestro modelo de convivencia”. El presidente ha hecho el guiño a los 'indignados' al comprometerse a iniciar las reformas que sean necesarias, pero “no a costa de romper los equilibrios sociales básicos de nuestro mercado de trabajo o de quebrar nuestro modelo social y constitucional”.

Un modelo social y económico en peligro, aunque si bien ha negado que España corra un serio de riesgo de llevar a cuestas una generación pérdida. A juicio del presidente del Gobierno, esta generación, que sería el grueso del 15-M, saldrá de la crisis y, por ende, del paro. Todo ello pasa por las medidas de austeridad, que ha vuelto a repasar, y por las de protección social. De entre todas, el jefe del Ejecutivo ha abierto la puerta a un posible nuevo techo de gasto autonómico con el que se garantice la sostenibilidad fiscal “a medio plazo”. Será el próximo mes cuando se den más detalles de estos planes que terminarán en el Consejo de Política Fiscal y Financiera.

Las autonomías se han convertido en el caballo de batalla del presidente del Gobierno y de su Ejecutivo, ya no sólo por la ruptura del cumplimiento del déficit previsto, sino por el toque de atención dado desde Bruselas. En este aspecto, se ha mostrado optimista al anunciar las medidas de refuerzo que se están tomando en la Unión Europea para apuntarlar la zona euro: “El Consejo Europeo está reforzando los mecanismos de coordinación, de supervisión y de solidaridad en el seno de la Unión Económica y Monetaria, y, en la última semana, ha tomado decisiones concretas en esa dirección destinadas a lograr una Europa más integrada, más competitiva y más solidaria.

Sin concretar se ha quedado ese anuncio de medidas para proteger a quienes deciden hipotecarse y no pueden hacer frente a este compromiso. Sin duda, otra de las reivindicaciones del Movimiento 15-M. En este apartado de anuncio, ha enumerado algunos de los 36 proyectos de ley que quedan pendientes, como el de la reforma de las pensiones, la modernización de la Justicia (con mención a la renovación del TC) o el reconocimiento a la ley de muerte digna, anunciada ya por la ministra Pajín semanas atrás.