El antimusulmán Geert Wilders, absuelto sin cargos

La Justicia holandesa ha absuelto al líder de la extrema derecha, Geert Wilders, del delito de incitación al odio racial contra los musulmanes, en un caso que ha puesto a prueba la libertad de expresión de un país tradicionalmente liberal.

Los jueces consideraron que el político holandés hizo comentarios “chocantes” contra el islam, pero que en todo momento sus críticas no iban dirigidas contra los musulmanes sino contra el islam en general.

“Las declaraciones de Wilders no eran una crítica a los propios individuos, sino una crítica a sus creencias”, dijo el juez, por lo que “el tribunal considera que las declaraciones son aceptables en su contexto y el debate social”. Sin embargo, “el tribunal considera que estas declaraciones son denigrantes”, aunque “no constituyen una incitación al odio”.

El líder del Partido por la Libertad (PVV), que cuenta con 24 de los 150 escaños del Parlamento y es el apoyo del gobierno liberal del primer ministro, Mark Rutte, ha sido procesado por comparar el Corán con el 'Mein Kampf' de Adolf Hitler.

Enemigo público del islam

Wilders se enfrentaba los cargos de incitación al odio, discriminación a musulmanes e injurias a marroquíes y otros extranjeros no occidentales que viven en Holanda, en su película 'Fitna' y en sus numerosas declaraciones sobre el islam.

Durante los 15 minutos de duración aparecen escritos y se recitan en árabe los capítulos más controvertidos del libro sagrado para los musulmanes, que son presentados como la justificación de la barbarie terrorista.

Hace referencia a varios suras (capítulos en los que se divide el Corán), como la 'Del botín', en la que se llama a los creyentes a preparar contra los incrédulos “todas las fuerzas y caballos de batalla que podáis reunir, para desalentar con ello a los enemigos de Dios, que son también enemigos vuestros”.

Wilders, que siempre ha negado los cargos, está convencido de que el islam representa una seria amenaza a la democracia. El ultraderechista basó su defensa en la libertad de expresión y llegó a decir que se vio obligado a hablar porque su país está bajo “amenaza del Islam”.