PSOE y PP se enfrentan por el bloqueo del TC

El efecto del anuncio de dimisión de tres altos magistrados (Eugeny Gay, Elisa Pérez Vera y Javier Delgado) , entre ellos la figura de su vicepresidente (Gay), no debería redundar en el enfrentamiento que arrastran socialistas y populares a lo largo de la actual legislatura y que han trasladado al Tribunal Constitucional. La paralización de su renovación de cargos, debida a la falta de acuerdo y consenso en los que deberían ser los nuevos nombramientos, ha llevado a los jueces a plantarse. Pero, lejos de una reflexión en el seno de Ferraz y Génova, una vez más PSOE y PP echan balones fuera.

Este martes, el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui abría fuego y acusaba a los populares de ser quienes rechazan la renovación del TC, porque quieren esperar a una nueva mayoría política, favorable al PP, para dar un vuelco a la composición de la actual magistratura con mayoría progresista. Para Jáuregui es “una razón política de fondo” la que mueve a los populares a evitar esa renovación pensando que “ya llegaré yo cuando gane las elecciones y lo renovaré a mi gusto”. El PSOE, en palabras del ministro de la Presidencia, va más allá y advierte de que ante la posibilidad de que Rajoy llegue a la Moncloa en 2012, los socialistas no apoyarán sus propuesta. En definitiva, más bloqueo, ya que para su renovación el TC debe contar con el aval de tres quintos del Congreso.

Asimismo, nada más conocerse este lunes la noticia, Ramón Jáuregui señaló que se ha llamado la atención del Congreso para la renovación y rechaza que exista situación de “caos” considerando “exagerado” que se hable de un “secuestro” del TC.

Para los socialistas, el origen del rifirrafe surge en diciembre cuando Enrique López, propuesto por el PP, es rechazado, es decir, no adquiere condición de 'elegible', puesto que había un “informe jurídico que imposibilitaba su nombramiento”. Por su parte, Trillo, responsable de Libertades Públicas y Justicia del PP, ha declarado que su intención es mantener las reuniones diarias con los socialistas para que de cara al verano, a las vacaciones, cuatro de los doce magistrados se hayan renovado. De hecho, tres de los cargos son los de quienes han dimitido y que debían haber sido relevados de sus funciones en noviembre o diciembre pasado a lo sumo. Más flagrante es el caso de Roberto García Calvo, fallecido en 2008, sobre cuya sustitución tampoco fueron capaces de alcanzar un acuerdo vetándose recíprocamente los candidatos a ocupar su plaza en el TC.

Trillo, por otro lado, insiste en que desde 2008 se evitaron, en un pacto entre Zapatero y Rajoy, vetar más nombres. Es por eso que el coordinador de Libertades Públicas y Justicia insiste en que Enrique López es un candidato cuyo nombre sigue encima de la mesa y es “tan respetable” como cualquiera. Sea como fuere, PSOE y PP cuentan con mes y medio para cerrar un pacto y renovar cargos.