“Indignación” a las puertas del Congreso

Rioja2

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El Movimiento 15-M levanta el campamento el próximo domingo. Seguirá de forma virtual con sus foros, convocatorias de asambleas y concentraciones. De hecho, entre los planes más inmediatos, a saber, se encuentra la manifestación de este domingo 12 de junio, la marcha al Congreso el próximo día 19 de junio y, por último, otra convocatoria que podría ser masiva el 17 de julio.

Pero, sólo unas horas después de acordar levantar el campamento de Sol, miles de “indignados” se desplazaron unos metros y alcanzaron el Congreso de los Diputados. La Policía, apostada a las puertas, impidió una mínima aproximación de los miles de jóvenes que tomaron las calles del centro madrileño con las mismas pancartas y consignas con las que conquistaron el kilómetro cero la tarde del 15 de mayo, hace prácticamente un mes.

La convocatoria, hecha de nuevo, a través de las redes sociales alcanzó los aledaños de la Cámara Baja entre consignas de “Eso, eso, eso acampada en el Congreso” y “O pasamos o acampamos” frente a cincuenta furgones policiales. Sin embargo, no hubo violencia ni tampoco actuación policial, ya que en ningún momento se alteró el orden público.

De otro lado, cerca de las dos de la madrugada, los jóvenes decidieron retirarse de la protesta bajo el lema: “una retirada a tiempo es una victoria”. En ese momento unos decidieron retomar Sol y el resto volvieron a sus casas. Uno de los argumentos para la retirada es la presencia de un importante número de hoteles y la molestia que podían ocasionar a los turistas alojados en ellos, así como a los vecinos de los inmuebles anexos al edificio del Congreso de los Diputados.

Sin embargo, desde su llegada poco antes de las nueve de la noche a las puertas del hemiciclo dejaron claro cuáles eran las protestas y reivindicaciones. A las ya conocidas de semanas anteriores y pactadas en un manifiesto (quedaron reducidas a cuatro, pero entre ellas se encontraba la de la eliminación del Senado y la modificación de la Ley Electoral) este jueves había una razón más para la concentración: la reforma de la negociación colectiva. Roto el consenso e imposible el acuerdo entre patronal y sindicatos, el Gobierno tuvo que anunciar que se aprobará su proyecto en el Consejo de Ministros de este viernes. Y fue esta iniciativa la qua caldeó el ánimo de la protesta desplazada a sede parlamentaria.

Y, aunque se retiraron, anoche prometieron repetir este jueves la misma operación: marcha desde Sol hasta la Carrera de San Jerónimo (apenas unos metros entre el kilómetro cero y una de las desembocaduras al Paseo del Prado).

Cabe destacar igualmente la actuación pacífica de la policía, aunque firme, que permaneció cerca de seis horas frente al Congreso en lo que las autoridades habían (mal) calculado que sería una leve protesta o marcha frente a las puertas del Parlamento. Los agentes tuvieron que organizarse en turnos y hacer relevos puesto que la protesta acabó prolongándose hasta entrada la madrugada y es que en ella se unieron dos concentraciones diferentes: la primera, que había arrancado de la asamblea de Sol, y la segunda que comenzó la marcha en Lavapiés. El Congreso se encuentra a un punto casi equidistante de ambos lugares y se convirtió en el punto de confluencia de los “indignados”, a quienes no les faltó el sentido del humor al leer un comunicado en el que aseguraron que les importaba “un pepino” las propuestas de Merkel y la Eurozona para hacer a la Unión más competitiva.

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