El 1 de junio de 2011
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Rubalcaba inicia su carrera a la Moncloa
El vicepresidente está presente en Sevilla donde se va a reunir con federaciones socialistas. Hablará con simpatizantes y militantes. Recorrerá agrupaciones y presentará su programa de cambio y continuidad. Es su hoja de ruta que le llevará por todo el país.
Redacción
Se presenta a las primarias y tiene la vista puesta en marzo de 2012. Atleta en sus años jóvenes ha llevado su filosofía deportista a la práctica política. El vicepresidente del Gobierno es, como a veces también se podría definir a Rajoy, un corredor de fondo que lo ha visto casi todo en los cargos que ha desempeñado en el PSOE. Ha formado parte de los dos gobiernos socialistas de la democracia y es precisamente ese aval de experiencia el que presenta para reconocer que sabe lo que España necesita en este momento y lo en lo que no se debe tocar porque está bien hecho.Ha respetado los tiempos, como él mismo subrayó en el comité federal del pasado sábado. El ministro del Interior ha llegado a ser el hombre fuerte del Gobierno tras dos legislaturas en las que fue avanzando y ganando posiciones en un sprint final que le ha llevado de la portavocía hasta el ministerio del Interior e incluso Defensa, mientras su contrincante, retirada de la batalla, estaba de baja por maternidad.
La templanza ha llevado a Alfredo Pérez Rubalcaba a mantenerse a flote a golpe de encuestas y a salir casi ileso de los ataques de la oposición cada semana en ambas Cámaras. Y ahora que ha defendido su candidatura y se ha comprometido a ir desgranando su programa de gobierno, el vicepresidente comienza una carrera nueva que le lleva al sprint final de la Moncloa. El punto de partido es Sevilla donde este miércoles se reúne con federaciones socialistas, lo mismo que hará en los próximos meses. En cada uno de estos encuentros va a buscar los apoyos necesarios para conseguir la unidad que esgrimía también Carme Chacón para no competir con el vicepresidente y llevarse por delante al Gobierno y, por ende, al partido.
La reunión con los militantes sevillanos tiene el valor simbólico de producirse en el Hotel Renacimiento. No ha sido al azar. Los socialistas lo han hecho así para simbolizar que un nuevo ciclo comenzó la noche de la debacle electoral del 22-M, hace ahora casi dos semanas. Será un encuentro a puerta cerrada y en él se van a oir las propuestas, sugerencias o reproches de los militantes para diseñar el proyecto de cambio que quiere ofrecer para los comicios de 2012.
Rubalcaba ha conseguido, presume, conectar con los militantes que lo consideran un candidato sólido capaz de ofrecer una alternativa a la debacle propia del PSOE y a la que planteará el PP. Pero, aporta también la unidad y la coyuntura necesaria para aunar en su proyecto cambio y continuidad. Todo esto es lo que representa Rubalcaba, a juicio de la plana mayor del PSOE, el vicepresidente primero del Gobierno y por ahora único candidato a las primarias, habida cuenta de que el resto de aspirantes a convertirse en el próximo cartel electoral deben reunir 22.000 avales para disputarle ese honor.
Sólo un militante de Móstoles, Julián Pastor, ha expresado sus deseos de hacer sombra al ministro del Interior. También un profesor sevillano, que colgó un video en youtube para erigirse desde el PSOE como la voz del 15-M de cara al 2012. Pero, por el momento, Rubalcaba comienza en Sevilla su periplo de primarias en un "cara a cara" en el que está dispuesto a escuchar todo tipo de quejas o críticas que puedan formularle.
Sobre este primer encuentro de Rubalcaba con las bases del partido ha hablado el secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, en cuya opinión el acto servirá para "identificar e intensificar" el liderazgo del vicepresidente en Andalucía, "para que los militantes andaluces lo sientan suyo". Griñán ha descartado que el apoyo a Rubalcaba haya sido un "dedazo" y ha defendido que el PSOE está siguiendo un proceso "muy largo, que todavía no está cerrado".
Chacón, por otra parte, estará muy presente en el discurso de Rubalcaba, quien ya aseguró la semana pasada que es la garantía de la "sucesión", a pesar de que ella dejó entrever que no está por la labor de lanzarse de nuevo a carreras electorales.
