Clinton lima asperezas con Pakistán
Casi un mes después de darse a conocer la noticia del asesinato de Osama Bin Laden a manos de la inteligencia de EEUU, Hillary Clinton ha viajado hasta Islamabad para desatascar las relaciones entre países. Pakistán ha manifestado su enfado mayúsculo por las acusaciones vertidas desde la Casa Blanca, que aseguraba que era imposible que desconocieran el paradero de Bin Laden. El líder de Al Qaeda se hallaba en un complejo residencial de su propiedad muy cerca de la capital paquistaní.
El Gobierno de Zardarí manifestó en un primero momento su perplejidad y después pasó a la defensiva, en el momento en que las viudas del ex líder de la red terrorista cayeron bajo la tutela de Pakistán y fueron interrogadas por la inteligencia del país. Los testimonios de las mujeres y de una de sus hijas enfriaron aún más las relaciones entre ambos países y tensaron la cuerda entre los servicios de inteligencia de Islamabad y Washington. Fue, precisamente el jefe de las ISI pasquistaní quien puso en entredicho a la CIA.
De ahí que Clinton se haya desplazado en este viaje sorpresa hasta Islamabad asegurando que “alguien, en algún lugar” daba apoyo a Osama Bin Laden, pero reiteró que “no hay ninguna prueba” de que el Gobierno de este país conociera su paradero. Es decir, Pakistán, sí, pero no sus autoridades.
En rueda de prensa tras reunirse con las autoridades paquistaníes, Clinton ha reconocido que las relaciones entre ambos países se hallan en un “punto de inflexión” , resaltando que “no hay absolutamente ninguna prueba de que alguien al más alto nivel en el Gobierno supiera que Osama Bin Laden vivía a sólo a unas millas de donde estamos”.
La secretaria de EEUU ha recordado que Pakistán ha abierto una investigación para determinar cómo fue posible que Bin Laden se refugiara en una finca a escasa distancia de la principal academia militar de Pakistán y garantizó que EEUU compartirá toda la información que pueda.
0