La ayuda humanitaria en Congo ha tenido “mucha publicidad pero pocas acciones”

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La ayuda humanitaria de las diversas agencias de Naciones Unidas y de las organizaciones no gubernamentales internacionales que operan desde hace años en la región de los Kivus (este de la República Democrática del Congo, RDC) se ha caracterizado por un “paternalismo que crea dependencia”, por su escaso impacto en el desarrollo local y por “mucha publicidad pero pocas acciones concretas”, según informaron representantes de la población local.

Según un habitante de Bukavu (capital de Kivu del Sur), Nehemie Bahizire, la ayuda humanitaria internacional en esta castigadísima región se ha caracterizado, sobre todo, por la falta de asistencia a la población y por unas intervenciones esporádicas sin efectos a largo plazo en el bienestar de la población.

Aparte, los presupuestos de estas ayudas están casi enteramente dedicados a gastos administrativos y de personal, prosiguió Bahizire. “Mucha publicidad pero pocas acciones concretas”, añadió en su mensaje, transmitido por la Red Paz para Congo -una organización ligada a los misioneros que trabajan en Kivu- a la agencia misionera de noticias, MISNA.

“La Misión de la ONU (MONUC anteriormente y MONUSCO en la actualidad) ha fracasado en su mandato en varias ocasiones”, afirmó Bahizire, quien denunció, en este sentido, la falta de protección de los civiles ante los ataques de los grupos armados ilegales que actúan en la región. Asimismo, acusó a la MONUSCO del “reclutamiento clandestino de jóvenes congoleños en el territorio de Uvira, para fines y destinos desconocidos”.

Otro organismo de la ONU citado es el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que “en 1994 plantó campamentos de refugiados para los ruandeses” que huían del genocidio de ese año, “lo cual sirvió de pretexto para que Ruanda atacara a la RDC en 1996 y en 1998”. “Hasta la fecha, el ACNUR ha sido poco claro sobre el número de refugiados congoleños en Ruanda”, escribió Bahizire.

Por otra parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) no ha traído importantes mejoras a las condiciones de los niños en Kivu del Sur y la Oficina de Coordinación de Agencias Humanitarias de la ONU (OCHA) se limita a ejercer un papel de “sindicato”, prosiguió. El Programa Alimentario Mundial (PAM) “no compra víveres, sino que recicla reservas de alimentos estadounidenses”, añadió.

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