España permanecerá dos meses más en Libia

Un sólo voto en contra, el de IU, no impidió que prosperara la propuesta de la ministra de Defensa que consigue prorrogar la presencia de tropas españolas en suelo libio. No obstante, todos los grupos parlamentarios, a excepción del PSOE, cuestionaron en la Comisión de Defensa del Congreso, la buena marcha de la misión encabezada por la OTAN.

Además, los portavoces de la Comisión recordaron a la ministra Carme Chacón que la presencia española en Libia se debe a un compromiso de protección de la población y no al operativo militar de desalojar del poder a Muamar Gadafi.

En concreto, Defensa ha aportado a la misión libia cuatro aviones de combate F-18 y un avión de reabastecimiento en vuelo para la zona de exclusión aérea, así como una fragata, un submarino y un avión de vigilancia marítima,en el embargo naval de armas. En total, 302 efectivos.

El objetivo de ampliar la presencia de los soldados españoles, subrayó Carme Chacón, es la de participar en la zona de exlusión aérea y permitir la posibilidad de que los militares participen en misión humanitaria, en concreto, en las que organiza la UE para evacuar refugiados y trasladar productos de primera necesidad a la población afectada.

Los grupos parlamentarios se quejaron a Defensa de la falta de información. Incluso el PP abroncó a Carme Chacón solicitando la comparecencia conjunta de ella misma junto a la de Trinidad Jiménez, ministra de Asuntos Exteriores. No en vano, todos los grupos reprocharon a Chacón la falta de soluciones aportada por la Alianza Internacional en este primer mes de presencia en territorio libio alertando de que la situación en el país se está estancando.

Mientras que CiU destacó el “peligro de enquistamiento”, el PP llegó a afirmar que ahora la situación está “peor que hace un mes” porque las “incertidumbres son mayores”, no se ha podido frenar la “sangría” y se corre el riesgo de acabar “en tablas” y con una Libia “dividida”. La portavoz del PP, Beatriz Rodríguez Salmones, que recriminó a Chacón su “silencio” ante la prensa sobre la misión, expresó su preocupación por la “fragilidad de la cohesión entre los aliados” de la OTAN que participan en la misión, así como la existencia de una “duda superior” sobre quién lidera la misión.

La única voz discrepante en la comisión fue la del diputado de IU, Gaspar Llamazares, quien negó de nuevo su respaldo a la intervención en Libia al considerar que es una “autorización preventiva” y una “patente de corso” para seguir bombardeando. “No vamos a darle amparo porque no lo tiene por parte de la ONU”, subrayó, denunciando que ya se han sobrepasado sus resoluciones y que, además, a un mes vista, la estrategia de guerra se ha demostrado “fracasada” y ahora se está en una situación de “empate trágico”. Llamazares, quien reprochó a Chacón que no dé cuenta de los “efectos colaterales” de la intervención, avisó de que sería un “desastre político” que Libia se convirtiera en un “Estado fracasado, un país dividido y un protectorado de las potencias europeas”: “Ustedes no pueden decidir quién falta y quién sobra en el futuro de Libia. Yo espero que sobre la dictadura y que se creen las condiciones para un sistema democrático, pero no soy el amo del mundo y son los libios los deben construir su propio futuro”.