El 23 de marzo de 2011
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Yemen convoca una manifestación para el cambio
La oposición prepara "el viernes de la marcha hacia adelante" para exigir un cambio democrático y la salida de Alí Abdulá Salé.
Redacción
Yemen se encuentra al borde de una guerra civil si su presidente Alí Abdulá Salé no dimite. Y la oposición presiona junto a los manifestantes en las calles desde hace varios días amenazando con llegar a dónde se encuentre para derrocarle.
Con esa intención la oposición se ha coordinado para llevar a cabo una acción conjunta en forma de manifestación. Será el llamado "viernes de la marcha hacia adelante" para pedir al unísono la dimisión de Salé.
En las últimas semanas las protestas y la crispación han ido en aumento en pro de la democracia. Sin embargo los pasos del presidente yemení no son claros. Tal y como hizo Mubarak en su momento ha anunciado que en todo caso se retirará y no se volverá a presentar en unas elecciones que se celebrarían el próximo mes de enero.
Y también como sucedió en Egipto, el jefe de Estado se enfrenta a las deserciones de miembros de las Fuerzas Armadas, a las que Salé ha amenazado con represalias si maquinan un golpe de Estado.
Sin embargo, la actitud de la oposición es bien distinta dado que han ofrecido garantias en caso de que no oponga resistencia a abandonar el poder, también tal y como sucedió en Egipto, pero no en Libia, país al que ha tenido que acudir finalmente una misión aliada para salvaguardar a los rebeldes y la población rebelada.
Con esa intención la oposición se ha coordinado para llevar a cabo una acción conjunta en forma de manifestación. Será el llamado "viernes de la marcha hacia adelante" para pedir al unísono la dimisión de Salé.
En las últimas semanas las protestas y la crispación han ido en aumento en pro de la democracia. Sin embargo los pasos del presidente yemení no son claros. Tal y como hizo Mubarak en su momento ha anunciado que en todo caso se retirará y no se volverá a presentar en unas elecciones que se celebrarían el próximo mes de enero.
Y también como sucedió en Egipto, el jefe de Estado se enfrenta a las deserciones de miembros de las Fuerzas Armadas, a las que Salé ha amenazado con represalias si maquinan un golpe de Estado.
Sin embargo, la actitud de la oposición es bien distinta dado que han ofrecido garantias en caso de que no oponga resistencia a abandonar el poder, también tal y como sucedió en Egipto, pero no en Libia, país al que ha tenido que acudir finalmente una misión aliada para salvaguardar a los rebeldes y la población rebelada.
