Un espacio dedicado a Carmen Rivas Llorente

El Ayuntamiento de Logroño ha dedicado un espacio en el barrio de Cascajos, en la calle Lope de Vega entre Servillas y Juan Boscán, a la ginecóloga logroñesa Carmen Rivas Llorente, fallecida el pasado mes de enero a los 88 años, en homenaje a su trayectoria profesional y humanitaria.

Al acto de inauguración, que se ha hecho coincidir con la celebración del Día Internacional de la Mujer, han asistido el alcalde de Logroño, Tomás Santos, y las concejalas de Igualdad, Concha Arribas; de Derechos Sociales, Pilar Criado -amiga personal de la homenajeada-; y de Participación Ciudadana, Inmaculada Sáenz.

Según ha destacado Santos, “la de Carmen es una figura importante por ser mujer, por su trayectoria profesional y por su compromiso con muchas ONGs, lo que conforma un palmarés impresionante”. “En momentos en los que no corren vientos cálidos, Carmen es un ejemplo de quienes dan lo mejor en su dedicación a los demás”, ha afirmado.

Por ello, el primer edil ha considerado este homenaje, en el que se ha descubierto una placa conmemorativa en los jardines, “es un acto que hace justicia, y que nos recuerda que, aunque se ha avanzado mucho, aún quedan retos por conseguir para las mujeres”.

Para el médico Joaquín Yangüela, amigo de la homenajeada, “Carmen era una persona especial, era una persona con virtudes y defectos, pero nunca se quedó sentada esperando a ver qué pasaba, desde sus raíces cristianas decidió participar activamente por mejorar el mundo, por hacerlo más humano y más justo”.

La concejala de Igualdad ha mostrado su “alegría por el homenaje que rendimos a una mujer que trabajó de forma entregada toda su vida”. Ha recordado que Carmen Rivas Llorente estudió Medicina en la Universidad de Valladolid, licenciándose en “una época complicada para las mujeres que estudiaban”, 1946 y se especializó en Obstetricia y Ginecología por la Universidad de Lovaina (Bélgica) en 1949.

Más tarde sintió la invitación para acudir al entonces Congo ex belga, posteriormente Zaire, y actualmente conocido como República Democrática del Congo. En este país permaneció desde mayo de 1950 hasta el año 1973, trabajando en distintos hospitales, como ginecólogo-obstetra pero también como médico general o cirujano.

Dejó el Congo en 1973, al comenzar a ser sustituidos los médicos extranjeros por médicos nativos congoleños. En 1973 regresó a Logroño, obteniendo una plaza de Jefe de Sección de Ginecología y Obstetricia en el entonces Hospital San Millán, que desempeñó hasta su jubilación.

A lo largo de su vida perteneció de forma continuada a varias ONGs, siendo socia fundadora de la Asociación Pro-Infancia de la Rioja (APIR), de la Comisión Ciudadana Anti-Sida de la Rioja, del Comité de Solidaridad con el África Negra (COSAN), responsable de Cooperación Internacional de Cáritas Diocesana de la Rioja, y miembro de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo de la Rioja (CONGDCAR).

“La vida de Carmen ha sido un constante trabajo por los demás. Debe servir de ejemplo para muchas personas que, cada día más, se preguntan acerca de cómo emplear su tiempo, su trabajo, sus medios económicos: trabajando por el bienestar de los demás”, ha finalizado Arribas.