Gadafi, obcecado, resiste en el poder

El mandatario libio acusa a Al Qaeda de instigar una revolución para derrocarle y usurpar el petróleo al país, así como amenaza a los libios que abran las puertas “al colonialismo”.

Redacción

En una declaración televisada el mandatario libio ha denunciado que todas las informaciones sobre las revueltas son mentira. A ojos de Gadafi no se han producido manifestaciones en las ciudades de Benghazi, Baida o Derna, sino ataques “contra las comisarías de policía”. El líder libio ha señalado que Al Qaeda está detrás de las masivas protestas que pretenden derrocar el régimen.

¿Quiénes son los instigadores de las revueltas? Gadafi, acusa a “una célula durmiente” de Al Qaeda que, según sus planes, ha reclutado a "criminales condenados a cadena perpetua" en las prisiones libias y les ha dado armas.

Asediado por las revueltas supuestamente impulsadas por terroristas y bajo la presión internacional, el coronel Muamar Gadafi se ha dirigido a la población libia y ha dejado claro que el poder está “en manos del pueblo” y que él no ejerce “ningún cargo” del que pueda “dimitir”. Para Gadafi su régimen “no es presidencial ni monárquico”. Tampoco existe parlamento ni un poder ejecutivo”. Para ello se ha remitido al año 1977, fecha en el que se constituyó la Autoridad del Pueblo, que precisamente se ha conmemorado hoy en un acto que ha aprovechado para defenderse e informar de que no se marcha ni abandona el poder.

Además, el coronel Gadafi ha solicitado a la ONU y a la OTAN que investiguen la situación que se vive en el país y determinen las circunstancias en las que se han producido las muertes de ciudadanos libios desde que comenzaron las protestas contra su régimen. Tanto es así que incluso ha negado las cifras de muertos que los medios de comunicación dan a conocer tildándolas de “exageradas”.

Gadafi ha pedido que en estas investigaciones se averigüe si las muertes se produjeron en pleno auge de las batalles campales en medio de las protestas o si “los muertos son policías, soldados o ciudadanos”.

En este sentido, los investigadores internacionales, ha añadido, "descubrirán que entre los muertos había civiles que habían atacado comisarías y cuarteles y soldados y policías que defendían su posición".

Asimismo, el mandatario libio ha afirmado con rotundidad que todos los acontecimientos responden a "una conspiración para hacerse con el petróleo y el territorio de Libia". Y por si quedaran dudas de sus intenciones ha señalado que defenderá Libia “hasta el último hombre y la última mujer para defender el país desde el este al oeste, desde el norte al sur".

En sus palabras ha arremetido contra quienes, decía, pretenden hacer de los libios “unos esclavos” como lo eran para los italianos desafiando a una guerra si EEUU o la OTAN entran en el país. Tanto es así que ha comprometido en su discurso a todo el pueblo libio a “tomar las armas” si se sienten amenazados los intereses del país. Y para los insurgentes ha lanzado una amenaza pues serán acusados de “alta traición” por haber abierto las puertas de Libia “al colonialismo”.