El mundo, pendiente de Libia

Rioja2

0

Las palabras del hombre que durante 42 años ha gobernado Libia han sido claras. “Muammar al Gaddafi no es el presidente, es el líder de la revolución, no tiene nada que perder” señalaba el mandatario al tiempo que aseguraba que no abandonaría el país, “moriré aquí como un mártir”. Este alegato pronunciado ayer por Gaddafi no ha dejado a nadie indiferente.

Dentro de las fronteras de Libia, el ministro del Interior libio, Abdel Fattah Younis al Abidi, ha dimitido de su cargo. Younis ha asegurado que pidió a Gaddafi que no enviase aviones contra los manifestantes opositores y ha defendido que dio orden a sus hombres de que no disparasen contra los participantes en las marchas antigubernamentales.

Younis, considerado el número dos del régimen, ha defendido que alertó a Gaddafi dos semanas antes de la “revolución” de lo que podía ocurrir y ha aclarado que no se siente un hombre “de dos caras” por respaldar al líder revolucionario hasta el día de hoy.

“Pedí a Gaddafi que no enviase aviones, le llamé”, ha explicado el ex ministro, en una entrevista a la cadena Al Arabiya. “Ahora, por supuesto, [Gaddafi y yo] no nos hablamos, me he unido a la revolución”, ha apostillado, “impactado” por el agrio discurso pronunciado por Gaddafi, informa Al Jazeera.

Por su parte, la Liga Árabe ha decidido suspender la participación de Libia en sus reuniones con efecto inmediato y en respuesta a la represión contra los opositores que llevan días manifestándose contra el régimen de Gaddafi, según Al Jazeera.

El representante libio ante la Liga Árabe, Abdel Moneim al Huni, ha roto los vínculos históricos que le unen con el dirigente de su país y ha presentado su dimisión, no sin antes lanzar una dura crítica contra la actuación del régimen y reclamar el procesamiento de las autoridades de Libia.

“El régimen ha fracasado miserablemente y Gaddafi debe abandonar”, ha dicho Al Huni, miembro del histórico consejo revolucionario, en un comunicado. Ha pedido la dimisión del dirigente y su salida inmediata del país magrebí, así como que Libia pase a estar gobernada por una autoridad de transición, como ya ocurre en Túnez o Egipto, también escenario de la ola de protestas antigubernamentales.

Desde Estados Unidos, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, ha pedido al régimen libio que ponga fin a la represión violenta contra manifestantes y ha adelantado que Washington podría adoptar “pasos apropiados” contra Libia, en alusión a la posible imposición de sanciones, aunque ha aclarado que cualquier iniciativa en este sentido debería ser consensuada con la comunidad internacional.

Clinton ha declarado que desde Estados Unidos observa “con gran preocupación” la evolución de los acontecimientos en Libia, donde varios centenares de personas habrían muerto fruto de la represión de las fuerzas oficiales contra las manifestaciones opositoras. “Nos hemos sumado a la comunidad internacional al condenar rotundamente la violencia en Libia y creemos que el gobierno libio tiene la responsabilidad de lo que ocurre y debe emprender acciones para poner fin a la violencia”, ha indicado la jefa de la diplomacia estadounidense en rueda de prensa.

Esta preocupación por la situación libia ha llegado al seno de Naciones Unidas, donde su Consejo de Seguridad se ha reunido para condenar el uso de la violencia por parte del gobierno libio contra los manifestantes civiles, al tiempo que ha urgido a las autoridades a ponerle fin inmediatamente.

En una declaración de prensa adoptada por unanimidad tras una sesión de emergencia a puerta cerrada, el Consejo de Seguridad también instó a procesar a los responsables de los ataques. En nombre del órgano, la presidenta en turno del órgano, la embajadora de Brasil, Maria Luiza Ribeiro Viotti, expresó gran preocupación por la situación en el país magrebí y pidió al gobierno tomar medidas para abordar las demandas legítimas de su pueblo mediante un diálogo nacional.

“Los miembros del Consejo de Seguridad exhortan al gobierno de Libia a cumplir con su responsabilidad de proteger a su población y lo conminan a actuar con mesura, respetar los derechos humanos y las leyes internacionales y a permitir el acceso inmediato a los monitores de estos derechos”, dijo Ribeiro Viotti.

Posible genocidio

Por su parte, el ex embajador alterno de Libia ante la ONU, Ibrahim el Dabashi, indicó que posee informes que registran nuevos ataques a manifestantes pacíficos en el occidente del país que están dando inicio a un genocidio.

En declaraciones a la prensa tras participar en la reunión del Consejo, el diplomático alertó que miembros de las fuerzas militares, partidarios de Gaddafi, iniciaron las agresiones alentados por las declaraciones hechas por el líder libio. “Ciertamente la gente no tiene armas, creo que el genocidio acaba de empezar en Libia y creo que el llamamiento fue el discurso de Gaddafi en el que pidió a sus colaboradores que den inicio al genocidio del pueblo libio”, subrayó Dabashi.

El ex embajador, quien presentó su renuncia al gobierno libio ayer, consideró que el pronunciamiento del Consejo de Seguridad sobre la situación en ese país fue débil. Dabashi agregó que piensa que el gobierno contrató mercenarios de países africanos para reprimir a los manifestantes.

El secretario general adjunto de la ONU para Asuntos Políticos, Lynn Pascoe, tan solo consideró peligrosas las instigaciones Gaddafi a la violencia.

“Creo que cualquiera que incite a la población y llame a la gente a atacar a otra gente, sobre todo si son manifestantes pacíficos, es muy peligroso,

terrible que ocurra. También me preocupan las amenazas de venganza hechas en ese discurso“, dijo.

Etiquetas
stats