Un vial subterráneo en la calle Norte integrará el río Ebro en la ciudad

La calle Norte de Logroño, ahora muy transitada por el tráfico rodado y los aparcamientos, va a convertirse en un paseo peatonal en la próxima Legislatura, según han anunciado esta mañana el alcalde de Logroño, Tomás Santos, y concejal de Molvilidad Urbana, Domingo Dorado en la presentación del estudio informativo que plantea un túnel soterrado con dos posibles trazados alternativos de algo más de 500 metros cada uno, que oscilan los 6,9 y 7,4 millones de euros.

El Ayuntamiento de Logroño contratará en los próximos meses los estudios arqueológicos previos a la obra, con un presupuesto que oscila los 25.000 y 45.000 euros, y decidirá ayudado por el debate ciudadano, qué alternativa favorece más a la ciudad. La obra comenzará al final de la próxima Legislatura, y aunque es pronto para hablar del resultado sobre el terreno soterrado, desde el consistorio no descartan habilitar en la zona un aparcamiento integrado con el parque del Ebro o uno subterráneo que vendría a sustituir el actual, con cerca de 500 plazas.

Según ha destacado el alcalde, Tomás Santos, “es un proyecto de futuro ambicioso, un proyecto de ciudad, una obra muy importante que va a permitir la conexión peatonal entre el Parque del Ebro, el Casco Antiguo y la ciudad, soterrando el tráfico y quedando un estupendo espacio con plenas garantías de seguridad para los peatones”.

Las dos alternativas parten del Puente de Hierro y transcurren 300 metros en la misma dirección hasta la altura de El Cubo. El proyecto se enmarca en el Plan Director del Ebro, “un proyecto ambicioso que se proyectó para dos legislaturas”, el alcalde ha recordado actuaciones ya realizadas como la unión del Parque de la Ribera con el Iregua, adecuación del Pozo de Cubillas o el nuevo alumbrado del Parque del Ebro.

Por su parte, el edil de Movilidad Urbana ha señalado que “el túnel sí es viable, con dos opciones que habrá que estudiar, y que, en cada caso, tienen sus pros y sus contras”. El punto de partida de ambas soluciones es el Puente de Hierro, “con entrada por un falso túnel”, con bóvedas prefabricadas. Desde ahí, el tramo soterrado corre hasta la Plaza de Darmstadt “donde se hará una gran glorieta para recoger la gran intensidad de tráfico con la que cuenta la calle Norte”.

De este modo, destaca el edil, la Plaza Angel Bayo “se hará peatonal y ajardinada”, lo mismo que la calle Comandancia, mientras que las calles Once de Junio, Cofradía del Pez y Travesía de Excuevas “tendrán conexión directa y natural con el Parque del Ebro”. Incluso se plantea también una unión “directa” con la plaza del entorno de la Iglesia de Santiago.

DOS ALTERNATIVAS POSIBLES

El dil ha apuntado que, en el caso de la primera alternativa, con 541 metros de longitud y 7,4 millones de coste, plantea algunos problemas de índole arqueológica, como la posible afección a la antigua Inquisición, a parte de la muralla carlista y al foso del Revellín, a lo que se suma un acercamiento “excesivo, con sólo 3 metros de acera” a la fachada de Comandancia.

En la segunda alternativa, con 533 metros de trazado y 6,9 millones de presupuesto, el problema con los edificios de Comandancia se suprime, al pasar por la parte trasera, “encajando aparentemente bien con Valbuena”, pero afecta algo más a la antigua Inquisición. El estudio arqueológico determinará la alternativa final que se decidirá en los próximos 6 meses.