Se trata de una obra en mayúsculas para la ciudad por su cuantía, superior a 200 millones de euros; por la entidad integradas en las obras el Ministerio de Fomento, Gobierno de La Rioja y Ayuntamiento de Logroño, y por su dificultad técnica en donde se ha trabajado para buscar las mejores soluciones par integrar el ferrocarril de una manera más que notable. Un proyecto al margen de la crisis económica porque se financia por sí misma... y nos beneficiará a todos.