Las protagonistas de las mesas en Nochevieja

Europa Press

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Faltan muy pocas horas ya para las 12 campanadas que nos hagan entrar en el 2010. Un 2010 que todos esperamos con ilusión tras un 2010 difícil, con mucha crisis de por medio. Pero es hora de pasar página y mirar el futuro con optimismo comiendo 12 uvas para festejar la entrada del año nuevo.

No faltarán en la mesa de los españoles para celebrar la entrada del 2011, y eso que en esta temporada la producción de uva en España ha descendido un 25%. En declaraciones a Efeagro, el presidente del Consejo, José Bernabeu, ha manifestado que la causa de este descenso es una caída de la producción que se produjo por causas climatológicas.

En cualquier caso, se calcula que se consumirán 1,5 millones de kilos de uvas esa noche, según estimaciones del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva Embolsada de Vinalopó (Alicante), la variedad por excelencia para consumo en estas fechas. Bernabeu ha comentado que la campaña 2010 para esta Denominación de Origen se cerró con una producción de 14 millones de kilos de uva, “frente a los 43 millones” que preveían los agricultores.

De la cantidad total, un 40 por ciento corresponde a la variedad Aledo -que es la que se comercializa actualmente- y el resto a las variedades Ideal y Rosetti, que son las primeras que salen al mercado, según ha precisado. De Alicante procede la uva que vende este año Juan del Río, dedicado toda su vida al cultivo de hortalizas y frutas en un mercado de barrio de la zona oeste de Logroño “al bajar la producción porque ha caído mucha agua, se ha perdido mucha uva en los campos, así que seleccionan la racima de uva seg'un calidades, más pequeñas, de segunda, que la vendemos a 1.99 euros y de primera a 2.60, hay más margen de precios”.

Un precio que es muy variable, cada establecimiento elige establecerlos en

función de la cantidad que compre, de las ventas…En el caso de Juan “no vamos a variar los precios, incluso hoy puede estar más barata, no hay muchas ventas y los almacenistas tienen que sacar la uva porque sino se les pierde a ellos y en vez de tirar lo que se vaya a perder pues nosotros los bajamos”.

Los riojanos, como el resto de españoles no perderemos la tradición este año y acudiremos con las uvas fielmente a la cita con el Reloj del Sol, pero este año según este frutero “la cosa está un poco parada, la gente quizás se espera a última hora porque como sabe que hay poca producción, habrá mejores precios”.

A este respecto, Eva Adalid, de otra tienda de alimentación familiar del mismo barrio logroñés explica “la gente lo mira mucho, antes compraban tres kilos y si estaba mala tiraban alguna, ahora no, compran lo justo, y se pregunta mucho los precios, antes no lo miraban tanto”. En su comercio, la uva de mesa está a 2.99 el kilo “y no creo que subamos los precios, es un barrio obrero de gente trabajadora y donde vive mucha gente mayor, pensamos en nuestros clientes y nos compensa más vender más y a mejor precio que menos y más caro”.

Las grandes superficies compiten también en la venta de uva, la hemos encontrado de distintas variedades, uva blanca a 1.39 euros los 500 kilogramos, de Aledo a 2.89 el kilo, hasta uva blanca sin semilla de Brasil a 2.45 y uva roja (Red globe) de Perú a 3.89.

Variedad también de precios y de productos con las uvas envasadas “ donde esté la tradicional... se van a los supermercados y se compra sin conocimiento, aquí hay un servicio cercano, el género está más cuidado”, comenta Juan, “sí, nosotros cuidamos más de nuestros clientes y ellos confían en que les vamos a responder con calidad y esmero”, aporta Eva. Ambos, como el resto de riojanos han coincidido en que esta noche la pasarán con sus familias “en casita, como siempre, y por supuesto nos comeremos nuestras uvas fielmente, no seremos nosotros quienes rompan con la tradición”.

UNA TRADICIÓN MUY ESPAÑOLA

Esta tradición de comer las 12 uvas (uvas de la suerte), que corresponden a las 12 campanadas, es 100% española. En ningún otro país se utilizan las uvas para celebrar el año nuevo ya que por ejemplo en países como Italia, el plato de lentejas es el protagonista en la última cena del año.

Muchas familias acostumbran a comerlas en año nuevo al ritmo de las campanadas, ¿pero te has preguntado porqué se realiza esta tradición?

Sobre el hábito de consumir uvas de mesa en Navidad, existen muchos mitos pero la hipótesis más creíble es que la costumbre la introdujeron las clases acomodadas de Madrid a finales del siglo XIX , que acostumbraban a tomarlas junto a champán “para despedir el año”.

La primera referencia escrita sobre esto aparece en la nochevieja de 1895, en esta fecha fue el Presidente del Consejo de Ministros quién despidió el año de 1895 con uvas y champagne.

El origen de la tradición de comer las uvas tiene un precedente, un bando municipal del alcalde de Madrid, José Abascal y Carredano, en diciembre de 1882 por la que se imponía una cuota de 1 duro (cinco pesetas) a todos los que quisieran salir a recibir a los Reyes Magos, una tradición que servía de excusa para ridiculizar la noche de reyes a algunos forasteros que llegaban esos días y a quienes se les hacía creer que había que ir a buscar a los Reyes Magos la madrugada del 5 de enero que se utilizaba para, además de burlarse de estos ingenuos, para beber y hacer cuanto ruido se quisiera.

Con este bando José Abascal quitó la posibilidad a los madrileños de disfrutar de un día de fiesta en donde se permitiese casi todo. Esto, junto a la costumbre de las familias acomodadas de tomar uvas y champán en la cena de Nochevieja provocó que un grupo de madrileños decidieran ironizar la costumbre burguesa, acudiendo a la Puerta del Sol a tomar las uvas al son de las campanadas.

Estos son los antecedentes que dieron lugar a esta costumbre. El inicio de esta tradición española comienza, no en 1909 como se cree, sino, al menos, en diciembre de 1896 en la Puerta del Sol madrileña. En 1909, viticultores españoles decidieron repartir el excedente y alentar el consumo del producto comiendo uvas para recibir el año nuevo, esto fue lo que reforzó esta tradición.

RICAS PROPIEDADES

Las uvas son muy apreciadas tanto por su sabor como por su aporte alimenticio. Poseen un alto valor energético dado su elevado contenido en glucosa y fructosa, aunque en cantidades moderadas no deberían ser un problema para la dieta. Eso sí, no están indicadas para diabéticos. Además, su pulpa contiene valiosas vitaminas del grupo B y minerales y oligoelementos, mientras que en la piel se encuentran elementos antioxidantes. Cabe destacar que, al contener fibra, tienen un cierto efecto laxante.

UNA PRESENTACIÓN ORIGINAL

Las uvas de Nochevieja bien se merecen una presentación original, la hemos encontrado en en el blog ‘Aprender Observando’ y nos ha encantado. Consiste en realizar un racimo de uvas para meter nuestras doce uvas. Según se explica en dicho blog el

procedimiento es muy sencillo, sólo se necesita tapones de refrescos, pegamento, cartón, papel higiénico, cola, pintura y un poco de maña.

En primer lugar se pegan los tapones a un cartón en forma de racimo de uva. Una vez que se haya secado el pegamento comenzaremos a aplicar el papel higiénico ayudados de un pincel y de una mezcla de cola y agua, es decir, con la técnica del papel maché conseguiremos que unos simples tapones de plásticos se conviertan en

un bonito recipiente para nuestras uvas.

Cuando hayamos tapado por completo los tapones con el papel y la cola hemos de dejarlo secar al menos unas 12 horas para que la pasta se endurezca. De esta manera tendremos el cuerpo del racimo.

Una vez seco pasaremos a recortar la base de cartón sobre la que hemos pegado nuestro racimo de uvas y a pintarla del color que más nos guste. Para rematar podéis hacer con la misma técnica un rabito para que el recipiente para las uvas de Nochevieja quede completo y luzca en la mesa como merece en la noche más especial del Año.

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