La ausencia de Liu Xiaobo demuestra que “este premio es necesario y apropiado”

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El Comité Nobel Noruego ha entregado este viernes en Oslo el Premio Nobel de la Paz en una ceremonia con una silla vacía debido a la ausencia del galardonado, el disidente chino Liu Xiaobo, que cumple una condena de once años de prisión por subversión.

Cuando hace unos meses el Comité falló el premio, Liu, de 54 años, lo dedicó desde su celda a las “almas perdidas” durante la dura represión de las protestas a favor de la democracia que se realizaron en 1989 en la plaza de Tiananmen, en Pekín.

El presidente del Comité, Thorbjoern Jagland, ha comparado la ausencia del disidente en la ceremonia con la de otros destacados disidentes que tampoco pudieron recibir personalmente el galardón, como Aung San Suu Kyi, Andrei Sajarov o Lech Walesa. Liu ha estado representado en el acto por una silla en la que se había colocado una fotografía suya y donde después se ha depositado el premio.

LA CHINA QUE IMAGINA LIU

La actriz noruega Liv Ullmann ha leído un discurso que pronunció Liu ante el tribunal que le juzgó en diciembre de 2009, en el que auguró una China en la que “los Derechos Humanos estarán por encima de todo” y el país “estará gobernado por las leyes”.

El disidente dijo entonces que esperaba “ser capaz de trascender” sus “experiencias personales” para “contrarrestar la hostilidad del régimen con la máxima buena voluntad y para disipar el odio con amor”.

En este contexto, aseguró creer “firmemente” que “el progreso político de China no se detendrá”. “Y yo, lleno de optimismo, espero el advenimiento de una China libre. No hay fuerza capaz de poner fin a la búsqueda de la libertad por parte de las personas, y al final China se convertirá en una nación gobernada por las leyes en la que los Derechos Humanos estarán por encima de todo”.

Por otro lado, Liu declaró que su “experiencia más afortunada de los últimos 20 años” ha sido “el amor desinteresado” que ha recibido de su esposa, Liu Xia. “Durante todos estos años en los que he vivido sin libertad, nuestro amor ha estado lleno de amargura, impuesta por circunstancias ajenas, pero cuando lo recuerdo después, sigue siendo infinito”, manifestó.

DEBILIDAD DE PEKÍN

Jagland ha advertido en Oslo de que, con el encarcelamiento de Liu, China ha demostrado una “debilidad” que contrasta con el rápido crecimiento económico experimentado por el gigante asiático en los últimos años. Cuando Jagland ha reclamado la libertad de Liu, los cerca de mil invitados al acto de entrega del premio han recibido sus palabras con una ovación.

“Lamentamos que el galardonado no esté presente hoy”, ha afirmado Jagland durante el discurso previo a la ceremonia. Liu “se encuentra aislado en una prisión del noreste de China”, prosiguió. “Ni siquiera la esposa del galardonado, Liu Xia, ni sus más próximos familiares han podido estar con nosotros”, ha añadido.

“Este hecho por sí solo ya demuestra que este premio es necesario y apropiado”, ha asegurado el presidente, quien ha recordado que “ha habido numerosas ocasiones en el pasado en las que no se permitió asistir al galardonado”.

Pero Jagland ha asegurado que “este premio nunca se ha concedido para ofender a nadie” y que “la intención del Comité Nobel ha sido pronunciarse sobre las relaciones entre los Derechos Humanos, la democracia y la paz”.

El presidente del Comité ha recordado que “Liu le dijo a su esposa que le gustaría dedicar el Premio de la Paz de este año a 'las almas pedidas del 4 de junio'”. “Es un placer para nosotros cumplir su deseo”, ha manifestado.

Por otro lado, ha hecho referencia al crecimiento económico “tan rápido” que ha experimentado China, que “ha sacado a cientos de millones de chinos de la pobreza”. “Si el país demuestra que es capaz de desarrollar una economía social de mercado compatible con el respeto total de los derechos civiles, tendrá un impacto altamente favorable en el mundo”, ha señalado.

En este contexto, ha afirmado, “muchos se preguntarán si China no estará manifestando su debilidad, por mucha que sea la fuerza que tenga actualmente el país, en la necesidad de condenar a un hombre a once años de cárcel únicamente por expresar sus opiniones sobre cómo se debería gobernar su propio país”.

“Esta debilidad queda expresamente clara en la sentencia contra Liu, que es especialmente grave por el hecho de que sus opiniones hayan sido difundidas por Internet. Quienes temen los avances tecnológicos tienen muchos motivos para temer al futuro”, ha advertido.

FARSA POLÍTICA

Liu, que participó en las manifestaciones de Tiananmen y contribuyó a la redacción de la Carta 08, un manifiesto a favor de las reformas políticas y la democratización de China, fue condenado el pasado día de Navidad a once años de prisión por subversión y por ser el principal autor de ese texto.

El Gobierno de China ha declarado este viernes que la concesión del Nobel de la Paz al disidente es una “farsa política” que no representa a la mayoría del mundo y menos aún a los países en vías de desarrollo.

“Nos oponemos firmemente a que ningún país o persona utilice el Premio Nobel de la Paz para interferir en los asuntos internos de China o para violar la soberanía legal de China”, ha dicho en un comunicado la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Jiang Yu.

“Nuestra justa posición cuenta con la comprensión y el apoyo de un centenar de países e importantes organizaciones internacionales”, ha proseguido. “Los hechos han demostrado plenamente que la decisión del Comité Nobel Noruego no representa los deseos de la mayoría de la población mundial, y menos aún de los países en vías de desarrollo”, ha añadido.

Para Pekín, “los prejuicios y las mentiras son insostenibles y la mentalidad de Guerra Fría carece de apoyo popular”, ha subrayado Jiang que ha concluido su mensaje aseverando que “esta farsa política no va a minar la firmeza y la confianza del pueblo chino en la senda del socialismo con características chinas y la conspiración de ciertas personas no va a ir a ningún lado”.

Jagland se ha referido al hecho de que el premio de la Paz de este año supone, segú Pekín, “una humillación para China”. “La historia ha mostrado muchos ejemplos de dirigentes políticos que han jugado con los sentimientos nacionalistas y han intentado demonizar a los que tienen otras opiniones”, a los que “enseguida se convierte en agentes extranjeros”, ha indicado.

Esta tendencia “a veces ha ocurrido en nombre de la democracia y la libertad, pero casi siempre ha tenido un resultado trágico”, tal como se ve “en la retórica de la lucha contra el terrorismo: 'O estás conmigo o estás contra mí'”, ha afirmado el presidente del Comité.

PAÍSES AUSENTES

El Gobierno chino ha llevado a cabo lo que el Comité Nobel ha descrito como una campaña sin precedentes para convencer a los distintos países de que no enviaran representantes a la ceremonia de Oslo. Según Pekín, la “inmensa mayoría” de los países han seguido su consejo, pero el Comité ha dicho que han asistido dos terceras partes de los invitados.

Entre los ausentes se incluyen Rusia, Kazajistán, Arabia Saudí, Argentina, Túnez, Pakistán, Serbia, Irak, Vietnam, Irán, Afganistán, Egipto, Sudán, Cuba, Marruecos y Argelia.

Mientras, en Pekín, la Policía ha reforzado las patrullas este viernes en varios puntos clave, como la plaza de Tiananmen o el domicilio de Liu, donde se cree que su esposa está bajo arresto domiciliario.

Sin embargo, parece que no se ha producido ningún incidente en la capital china, donde muchos no saben o ya han olvidado lo que ocurrió en Tiananmen en 1989, en gran parte debido al estricto control que ejerce en la sociedad el Partido Comunista de China.

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