La U.D. Logroñés tiró de casta (2-1)

Rioja2

0

U.D Logroñés: Rubio (p); Garrido, Izquierdo, Molina, Raul Torres, Borrel (Gregrory 77'), Gibanel, Gaspar (Guida 85'), Iñaki, Cervero y Del Moral (Osado 46').

R.S. Gimnástica: Ivan Crespo (p); Abraham (Camus 22'), Zalo, Mario (Dani Cobos 57'), Cusi, Perujo (Brazalet 65'), Jorge, Nando, Nacho Neira, Cristian y Siro.

GOLES: 0-1: Jorge (5'), 1-1: Cervero (59') y 2-2: Cervero (80'). ARBITROS: Daniel Sanchez Maroto acompañado por Julen Garcia y Jorge Salguero. Amonestaciones: Amarillas a Molina, Izquierdo, Raul Torres, Gibanel e Iñaki por la U.D. Logroñés y a Nacho Neira, Camus, Dani Cobos e Ivan por la Gimnástica. Doble amarilla a Molina. Incidencias: alrededor de unos 2.000 espectadores en Las Gaunas.

U.D. LOGROÑÉS - GIMNÁSTICA, 2-1

Se gozó... Esta es la verdad. Y es que aunque los fantasmas del pasado quisieron aparecer en los primeros 45 minutos, se difuminaron en la segunda mitad. El Logroñés con un golpe de timón, y tirando de casta y actitud, dio la vuelta a un partido que parecía perdido en la primera parte.

Lo conseguido por el conjunto blanquirrojo es muy importante

. Primero por los tres puntos, esenciales porque suponen seguir en la línea de crecimiento sin despegarse de los 10 primeros puestos. Y segundo por la imagen del equipo sobre el terreno de juego que está demostrando lo que vale borrando errores del pasado.

Por primera vez el Logroñés logró remontar un partido con el resultado de 0-1 adverso. Y se consiguió con un jugador menos. Sobresaliente por todo esto aunque no tanto por el juego desplegado durante la primera parte en la que dio demasiadas facilidades al rival.

Comenzó mal el equipo de casa. Un error en la zaga local permitió el primer gol de los cántabros. Jorge recibió entre los centrales y tras quedarse solo, en un cara a cara con Rubio, terminó batiéndolo. Mazazo tempranero para el Logroñés. Ahora tocaba remontar aunque no sería hasta después del paso por vestuarios.

Antes el equipo de casa jugó mal, desordenado, no estuvo centrado ni metido en el partido; apenas dispuso del balón y el centro del campo lo controló el equipo cántabro, superior en todo momento. No existían las bandas ni el fútbol por parte de los locales. Tampoco el ataque ni el remate.

Gaspar intentaba mover el centro del campo pero no era suficiente. Los balones no llegaban francos al área defendida por Ivan y a la contra el rival hacia mucho daño.

Tan sólo en los últimos diez minutos el Logroñés dispuso de ocasiones de peligro aunque fue la Gimnástica la que pudo aumentar su renta tras un tiro raso de Jorge que se fue rozando el palo derecho.

Pero lo peor para los locales aún estaba por llegar. Al filo del descanso el colegiado mostró la amarilla a Molina, que ya tenía otra, por sacar una falta antes de tiempo. El defensa riojano vio la roja dejando a su equipo en inferioridad. El colegiado recibió las quejas de los jugadores blanquirrojos que vieron desmesurada la expulsión y es que los ánimos estaban ya calientes más si cabe cuando en la jugada anterior no vio un posible empujón a Iñaki dentro del área.

Pero con el paso por vestuarios, la actitud y aptitud del equipo local cambió. Saltó al terreno de juego Osado por Del Moral y el técnico logroñés movió posiciones: Garrido, central junto a Torres e Iñaki, lateral izquierdo. Le funcionaron los cambios. Tanto Iñaki como sobre todo Osado activaron al equipo.

Aunque tanto Borrell, rompiendo una y otra vez por su banda, como Gaspar, que se movió como pez en el agua en el centro del campo vasculando bien, fueron el gran revulsivo del Logroñés que salió con una actitud de un equipo ganador.

Rozando el minuto 60' llegaría la jugada del penalti a Cervero. Zalo, tendido en el suelo, levantó la pierna intencionadamente para hacer caer al delantero asturiano quien transformó la pena máxima para el delirio de compañeros y afición.

Y a raiz del gol el partido fue totalmente del conjunto blanquirrojo que bien situado sobre el terreno de juego abrió el campo, llegó y creó ocasiones. Pero no sería hasta el minuto 80' cuando de nuevo Cervero volvió a adelantar a su equipo. Esta vez tras un preciso pase desde la banda de Iñaki que terminaría remantando el asturiano de cabeza y con parábola poniendo el esférico allí donde el portero nada pudo hacer.

Alegría inmensa porque por primera vez en esta temporada se había remontado un partido adverso, en inferioridad numérica, y con un gran juego, intenso, ordenado y de casta. Y no fue fruto de la suerte ni de la casualidad, si no que fue fruto del buen hacer del equipo local que no bajó los brazos y confió en su potencial.

Pudo aumentar su renta el Logroñés en los minutos finales pero Gregory, sólo ante el meta rival, erró en su lanzamiento.

Finalmente tres puntos, ovación cerrada de Las Gaunas a sus jugadores y un poco más de tranquilidad para afrontar la próxima cita. El domingo en Barakaldo. Es la hora de demostrar que a domicilio también se puede tener la misma actitud que en este partido mostró el Logroñés y que le permitió dar la vuelta al marcador.

Etiquetas
stats