Aminatu Haidar regresa a El Aaiún

La activista saharaui Aminatu Haidar regresó ayer martes por la tarde a El Aaiún, donde su vuelo aterrizó con total normalidad. Tampoco tuvo problema alguno en el control policial de pasaportes, a pesar de rellenar como saharaui el campo de la nacionalidad e indicar que su país de origen es el Sahara Occidental.

Tras salir del aeropuerto expresó haberse encontrado una ciudad “desolada” y “completamente vacía”, según declaraciones tomadas por Europa Press de la abogada Inés Miranda, quien había hablado telefónicamente con ella y la había despedido horas antes en el aeropuerto de Gran Canaria, junto con el presidente de la Federación Estatal de Instituciones Solidarias con el Sáhara, Carmelo Ramírez, y la concejala de Solidaridad de Telde, Josefa Milán.

La activista saharaui también le explicó que “el aeropuerto está completamente cerrado, no había nadie, salvo los que habían llegado, y para salir del aeropuerto” un policía tenía que abrirles la puerta. Varios coches de policía le siguieron hasta su casa, pero sin impedirle desplazamiento alguno.

Haidar, que había abandonado a finales de octubre El Aaiún para someterse a una revisión médica en Madrid, es la primera vez que vuelve a la capital del Sáhara Occidental tras el desmantelamiento del campamento de Gdeim Izik, llamado 'Campamento de la Dignidad'. Su regreso está motivado por la necesidad que dice sentir de “estar con su pueblo”, que sufre la represión de Marruecos. También expresó a los medios de comunicación, en el aeropuerto canario, de que informará de lo que está sucediendo en el territorio saharaui y, una vez más, acusó al Gobierno de España de ser “cómplice de la censura informativa” que ha establecido Marruecos.

Además quiso añadir frente a los medios su convencimiento de que el ejecutivo español está presionando al Parlamento europeo para que no condene el conflicto que está teniendo lugar en el Sáhara Occidental.

Se mostró en contra del levantamiento de armas con el que amenazó el Polisario la pasada semana y expresó que “como activista de los derechos humanos estoy totalmente contra la guerra. No espero que haya una guerra entre los marroquíes y los saharauis porque finalmente son los pueblos los que van a sufrir y van a ser víctimas de esta guerra”.